¿Moisés se encontró con israelíes drogados en el Monte Sinaí?
Vamos hoy a abrir un pequeño debate sobre esta noticia. Es posible que algunos esten de acuerdo con la hipótesis de Shanon y otros no, pero lo importante es participar, enriquecer y compartir nuestras impresiones sobre este nuevo tema.
El pasado 4 de marzo de 2008 salió publicada una noticia procedente de la Agencia Reuters en la que salía a la luz la hipótesis de Benny Shanon, bajo el título sensacionalista:
¿Moisés se encontró con israelíes drogados en el Monte Sinaí?"
Shanon, profesor de psicología Cognitiva en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Shanon sostiene que los israelitas pudieron haber estado drogados con una planta alucinógena cuando Moisés bajó del Monte Sinaí.
En una nota para el diario británico Time and Mind, Shanon dijo que dos plantas localizadas en el desierto del Sinaí contienen las mismas moléculas psicoactivas que aquellas con las que se prepara el poderoso brebaje alucinógeno amazónico ayahuasca.
Los fenómenos milagrosos que describe la Bíblia ( un sonido de trompeta, el truneo, el relámpago...) fueron causa del estado de alucinación de los israelitas.
La planta harmal, hallada en el Neguev y Sinaí, así como en otras partes de Oriente Medio, ha sido considerada durante mucho tiempo por los judíos de la región como poseedora de poderes mágicos y curativos.
Lo mismo dice Benny Shanon de Moisés, quien a juicio del investigador, estaba bajo los efectos alucinógenos de las drogas cuando vió la zarza ardiendo y escribió los diez mandamientos.
No es de extrañar que cuando leí por primera vez la noticia pensara que se trataba de una broma y no porque en el mundo antiguo del Próximo Oriente se consumiesen drogas, lo cual es más que probable acudiendo a estudios antropológicos sobre tribus actuales tanto en África como en América, en donde el fenómeno ritual-religioso y chamanismo va únido al consumo de plantas, algunas de las cuales tienen propiedades alucinógenas.
El hecho de consumir sustancias psicotrópicas tampoco es algo que no se ajuste al contexto histórico bíblico, ni al lugar. El politeismo, la prostitución sagrada o incluso el sacrificio humano eran prácticas que aunque hoy nos parezcan chocantes, se realizaban en aquella época. La Biblia menciona expresamente situaciones de sacrificios humanos. Unas veces de manera clara y tajante como el Sacrificio de Isaac o el sacrificio de la hija de Jeftafé; y otras durante la época de la conquista de Canaán, en donde los prisioneros enemigos eran sacrificados.
Sobre el consumo de sustancias psicotrópicas se han realizado estudios sobre la época del Segundo Templo y periodos rabínicos. Así por ejemplo la literatura Hekhalot es un conjunto de textos judíos esotéricos redactados a finales de la época antigua y principios de la edad media. Sus conexiones con la literatura apocalíptica son evidentes. La literatura Hekhalot ha sido vista por algunos autores como un ejemplo de que los escritores incorporaban a veces sus propias experiencias de visionario o alucinaciones, aunque los acontecimientos principales son simplementes literarios. Los textos Hekhalot describen experiencias propias del chamanismo y algunos estudiosos sostienen que además de una tradición de exégesis bíblica, esos textos contienen una tradición de práctica real, es decir, experiencias similares al chamanismo.
Pero,¿ Acaso se puede remontar eso a la época de Moisés y a una experiencia real ?
Lo que encuentro arriesgado es lanzar la hipótesis de que eso es lo que pudo haber sucedido realmente, aunque luego diga Shanon que no tiene pruebas directas de esa interpretación, en el sentido de argumentar que esa fue la forma en que se produjo el contacto entre la deidad y el pueblo de Israel. La característica de los agentes psicotrópicos es que producen un pensamiento desordenado y los diez mandamientos no parecen haber sido redactados en ese estado, ni parecen proceder tan siquiera de una sóla mano. Tampoco sabemos con certeza de la existencia histórica de Moisés, ni cual pudo haber sido el recorrido de los Israelitas durante el Éxodo, ni el lugar exacto del evento.
Shanon no deja lugar en sus declaraciones al elemento teológico de este pasaje bíblico, o si contiene algún posible trasfondo mitológico, sino que alega que se trata de una vivencia histórica de los israelitas bajo los efectos de las drogas. No es imposible, pero en mi opinión tampoco probable.
Saludos a todos
Gerardo Jofre
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