Ahlan!!!
Completamente de acuerdo con Pharaonoico y con su madre . No vale la pena que un arqueólogo, tras acabar sus estudios, haga la carrera de Medicina, Biología o Veterinaria para adquirir una formación en estos campos, ya que la mayor parte de los conocimientos que recibirá en ellas estarán enfocados para ámbitos que no le serán útiles en su trabajo como arqueólogo. Un arqueólogo necesita conocimientos anatómicos que pueden ser adquiridos mediante el estudio de manuales o la realización de determinados cursos, como los que indicaba arriba. Además, en el trabajo de campo, en la excavación de restos humanos o de fauna, se adquiere también experiencia práctica. Otro aspecto del que el arqueólogo debe saber es sobre patología, pero principalmente de aquéllas patologías que dejan trazas en los huesos. Así pues, conviene, como dice Alya, ir actualizándose durante toda la vida en estos aspectos (todos los médicos, por ejemplo, saben de esto, mi madre siempre está leyendo publicaciones médicas para mantenerse al día) ya que la carrera es el primer paso, pero el aprendizaje dura toda la vida, y se extiende a todos los aspectos que sea posible abarcar.
Os recomiendo, para finalizar, un excelente manual de antropología física, para ir empezando:
CAMPILLO, D. y SUBIRÀ, M. E.: Antropología física para arqueólogos, Ariel Prehistoria, Barcelona, 2004.
Es uno de esos manuales amarillos de Ariel que todos los estudiantes de Historia conocemos (y sufrimos ). Uno de sus autores, el Dr. Domènec Campillo, estuvo presente en las Jornadas de Antropología Física y Forense celebradas este pasado mes de junio en el MARQ (Museo Arqueológico de Alicante). Es posible que estas interesantes jornadas se repitan al año que viene, os mantendré informados.
Un saludo,
EVIE