Sexualidad y erotismo en el Egipto faraónico
Publicado: 27 Abr 2010, 22:50Se me ha ocurrido desarrollar este tema, ya que en general no hay demasiada información, debido en parte a los prejuicios de nuestra sociedad basados en la falsa moral victoriana de finales del S.XIX y principios del XX, cuando florecieron la Arquelogía y la Egiptología. El primer estudio serio y detallado lo publicó L. Mannich en 1987. Aún así, al día de hoy, las pocas representaciones eróticas o francamente sexuales en el arte egipcio no suelen exponerse en los museos o son visita restringida.
En realidad los egipcios no solían representar escenas explícitas de sexo. Éstas se encuentran en papiros y en ostraka o en algún grafitti. Los relieves y pinturas de templos, palacios y santuarios, contrastan con otros campos del arte donde el artista se muestra crudamente gráfico, sin dejar espacio a la imaginación. Existen algunas figuras llamadas “itifálicas” que representan a parejas (humanas o divinas) copulando, con miembros viriles de proporciones descomunales sostenidos por uno o más personajes subalternos o por su compañera. Asimismo las llamadas “figuras vaginales” en actitud obscena, con genitales muy marcados. Este tipo de estatuillas pocas veces está hecho en cerámica, es más común el uso de fayenza. En pintura y dibujo se destaca el llamado papiro “Satírico-Erótico de Turín” que consta de dos secciones, en la primera es inscriben las divertidas viñetas del “mundo al revés” y a continuación, en la segunda sección, personajes humanos implicados en actividades eróticas y sexuales completamente explícitas.-
Aunque los datos disponibles son escasos, parece ser que la apertura de costumbres que caracterizó al pueblo egipcio se extendió también a la libertad de comportamiento sexual. Sus composiciones poéticas se consideran entre las más sensuales del mundo antiguo y cantan a la juventud, la belleza y el amor, con caricias, abrazos, inciensos y lechos perfumados. Pero las relaciones amorosas no siempre eran tan inocentes y respetables. Dentro de las posturas sexuales representadas se reconoce fácilmente el coito vaginal, el coito anal (Papiro de Turín) y el oral, si bien este último más bien es sugerido que mostrado, no se ha encontrado hasta ahora ningún ejemplo directo de fellatio, aunque, según los expertos, más bien porque el material disponible es escaso. El onanismo masculino es exhibido sin tapujos casi siempre con la asistencia de su compañera, toda vez que según el mito heliopolitano el dios Atum generó la primera pareja cósmica con el acto de la masturbación. Sin embargo no se conoce ningún caso de masturbación femenina con o sin ayuda de ningún cuerpo extraño. Tampoco se excluye la zoofilia de las representaciones, dónde el animal juega siempre un rol masculino.-
Los hallazgos arqueológicos prueban que las figuras eróticas tienen un sentido religioso más allá de lo meramente profano. Las innumerables representaciones del dios Min, que con su pene erecto tantas sonrisas despierta entre los turistas o el dios Bes, que aparece con frecuencia en las imágenes de “figuras obscenas” y el hecho de que al menos en la estatuaria de las tumbas, no se excluye la presencia de los niños como espectadores, nos da la pauta de que la sexualidad estaba orientada hacia la procreación. Egipto fue un imperio en expansión y necesitaba gente para poblar tanto sus territorios como los conquistados. Siendo la tasa de mortalidad infantil muy alta, la maternidad, posiblemente, era considerada la meta de la relación sexual.-
No existían en la sociedad egipcia antigua comportamientos reprobables en el terreno sexual, salvo el adulterio y la homosexualidad, como lo explica el capítulo 125 del Libro de los Muertos (la Confesión Negativa). Yo agregaría un tercero: el incesto, que era practicado por la realeza por razones de pureza de la sangre real, pero no alentado entre la gente común. Del adulterio se culpa a la mujer casada: “Guardaos de la mujer cuyo marido está ausente” y de la homosexualidad pocos episodios conocidos, uno en la mitología: es el relato de Horus siendo seducido por Seth. Otro de la vida real: es el de Pepi II, último rey de la fatídica VI dinastía, quién tenía encuentros amorosos secretos con su general Sisene, y que fuera descubierto por un súbdito que sospechaba de él y lo seguía de cerca, este relato aunque tiene muchas lagunas, es presentado de una manera divertida y satírica.-
Conviene ahora que nos detengamos un poco en este tema de la homosexualidad. Este tipo de relaciones no era bien visto en la sociedad egipcia, la razón es que no dejaba descendencia. No es casualidad que el dios Seth sea llamado ”el afeminado” o que solamente tuviera relaciones heterosexuales con diosas extranjeras como Anant y Astarté, oriundas de las regiones atribuidas tradicionalmente a las prostitutas profesionales (en los textos de moral la mujer extranjera es la imagen clásica de la prostituta). Además las relaciones de Seth con estas diosas siempre son contra natura o con coito anal, lo cuál destaca el carácter estéril del dios, cuya actividad sexual no es fecundativa, a diferencia de la relación Osiris-Isis que es procreativa.-
En Egipto siempre había tiempo y modo para diversiones osadas. Sin embargo las profesionales del amor y las casas de placer (de las cuales hay pocos vestigios arqueológicos), se consideraban un peligro para los jóvenes. Los educadores estigmatizaban su frecuentación con severidad, lo vemos en las llamadas “Misceláneas Escolares”. Sin embargo para un egipcio, pasar la vida entre mujeres, danzas y música era considerado una necesidad, al punto que en las tumbas se solían depositar figurillas de mujeres (“concubinas”), con la finalidad de que el difunto al despertarse pudiera manifestarse virilmente activo.
El placer se buscaba a toda costa y en algunos casos el hombre egipcio solicitaba recetas afrodisíacas, particularmente extraña es aquella que dice: “para hacer que una mujer quiera aparearse contigo: espuma de la boca de un semental, unta el falo con ella y yace con la mujer”.
En cuánto en la narrativa, que abunda en mujeres hermosas y malvadas, el tinte sombrío de la mujer es frecuente, sobre todo en los escritos demóticos se manifiesta su carácter misógino. Anekhsheshionki en sus Enseñanzas dice: “Instruír a una mujer es como plantar en un terreno arenoso cuya superficie es dura”, “Lo que hoy hace con su marido, lo hará mañana con otro hombre”, y aún “Una mujer es un cuerpo de piedra: el primero que llega es el que lo trabaja”. Aunque en las mismas enseñanzas se dice que la aspiración de todo egipcio es encontrar una mujer que sea amante y esposa “Mujer de noche, gran dama de día”.-
Como decíamos al principio, prácticamente no hay escenas de sexo explícito en templos y monumentos funerarios, sin embargo la sexualidad no se excluye de las representaciones en estos recintos. Se rige por lo que algunos egiptólogos llaman “códigos sexuales”. La ingestión de ciertos alimentos, el acicalamiento del cabello, la presencia de animales como monos, escenas de caza tal la representada en la tumba de Tutankhamon podrían, a juicio de los expertos, transmitir un claro mensaje sexual.-
Para terminar vale la pena releer el relato de la relación del dios Amón y la reina Amosis, madre de Hatshepsut, inscrito en el Templo de Deir el-Bahari:
“Entonces Amon, el dios excelente, seños del Trono de las Dos Tierras, se transformó y tomó el aspecto de Su Majestad, el esposo de la reina. La encontró durmiendo en su hermoso palacio. El olor del dios la despertó e hizo que sonriera a Su Majestad. Apenas él se acercó a ella le ardió el corazón, e hizo que ella pudiera verlo en su aspecto divino. Después de acercársele mucho y de que ella quedase extasiada contemplando su virilidad, el amor de Amon penetro su cuerpo. El palacio estaba invadido por el perfume del dios, cuya fragancia venía de Punt. La Majestad de este dios hizo todo aquello que deseaba. (Amosis) le dio todas las alegrías posibles y lo besó”. Luego la reina expresa sin reticencias el placer del orgasmo y su compañero repite el acto del amor: “Y La Majestad del dios hizo de nuevo todo aquello que quiso con ella”.-
Un texto bello sin duda, que une la naturalidad, la armonía y la fuerza de la sensualidad y el erotismo en el Antiguo Egipto.-
En realidad los egipcios no solían representar escenas explícitas de sexo. Éstas se encuentran en papiros y en ostraka o en algún grafitti. Los relieves y pinturas de templos, palacios y santuarios, contrastan con otros campos del arte donde el artista se muestra crudamente gráfico, sin dejar espacio a la imaginación. Existen algunas figuras llamadas “itifálicas” que representan a parejas (humanas o divinas) copulando, con miembros viriles de proporciones descomunales sostenidos por uno o más personajes subalternos o por su compañera. Asimismo las llamadas “figuras vaginales” en actitud obscena, con genitales muy marcados. Este tipo de estatuillas pocas veces está hecho en cerámica, es más común el uso de fayenza. En pintura y dibujo se destaca el llamado papiro “Satírico-Erótico de Turín” que consta de dos secciones, en la primera es inscriben las divertidas viñetas del “mundo al revés” y a continuación, en la segunda sección, personajes humanos implicados en actividades eróticas y sexuales completamente explícitas.-
Aunque los datos disponibles son escasos, parece ser que la apertura de costumbres que caracterizó al pueblo egipcio se extendió también a la libertad de comportamiento sexual. Sus composiciones poéticas se consideran entre las más sensuales del mundo antiguo y cantan a la juventud, la belleza y el amor, con caricias, abrazos, inciensos y lechos perfumados. Pero las relaciones amorosas no siempre eran tan inocentes y respetables. Dentro de las posturas sexuales representadas se reconoce fácilmente el coito vaginal, el coito anal (Papiro de Turín) y el oral, si bien este último más bien es sugerido que mostrado, no se ha encontrado hasta ahora ningún ejemplo directo de fellatio, aunque, según los expertos, más bien porque el material disponible es escaso. El onanismo masculino es exhibido sin tapujos casi siempre con la asistencia de su compañera, toda vez que según el mito heliopolitano el dios Atum generó la primera pareja cósmica con el acto de la masturbación. Sin embargo no se conoce ningún caso de masturbación femenina con o sin ayuda de ningún cuerpo extraño. Tampoco se excluye la zoofilia de las representaciones, dónde el animal juega siempre un rol masculino.-
Los hallazgos arqueológicos prueban que las figuras eróticas tienen un sentido religioso más allá de lo meramente profano. Las innumerables representaciones del dios Min, que con su pene erecto tantas sonrisas despierta entre los turistas o el dios Bes, que aparece con frecuencia en las imágenes de “figuras obscenas” y el hecho de que al menos en la estatuaria de las tumbas, no se excluye la presencia de los niños como espectadores, nos da la pauta de que la sexualidad estaba orientada hacia la procreación. Egipto fue un imperio en expansión y necesitaba gente para poblar tanto sus territorios como los conquistados. Siendo la tasa de mortalidad infantil muy alta, la maternidad, posiblemente, era considerada la meta de la relación sexual.-
No existían en la sociedad egipcia antigua comportamientos reprobables en el terreno sexual, salvo el adulterio y la homosexualidad, como lo explica el capítulo 125 del Libro de los Muertos (la Confesión Negativa). Yo agregaría un tercero: el incesto, que era practicado por la realeza por razones de pureza de la sangre real, pero no alentado entre la gente común. Del adulterio se culpa a la mujer casada: “Guardaos de la mujer cuyo marido está ausente” y de la homosexualidad pocos episodios conocidos, uno en la mitología: es el relato de Horus siendo seducido por Seth. Otro de la vida real: es el de Pepi II, último rey de la fatídica VI dinastía, quién tenía encuentros amorosos secretos con su general Sisene, y que fuera descubierto por un súbdito que sospechaba de él y lo seguía de cerca, este relato aunque tiene muchas lagunas, es presentado de una manera divertida y satírica.-
Conviene ahora que nos detengamos un poco en este tema de la homosexualidad. Este tipo de relaciones no era bien visto en la sociedad egipcia, la razón es que no dejaba descendencia. No es casualidad que el dios Seth sea llamado ”el afeminado” o que solamente tuviera relaciones heterosexuales con diosas extranjeras como Anant y Astarté, oriundas de las regiones atribuidas tradicionalmente a las prostitutas profesionales (en los textos de moral la mujer extranjera es la imagen clásica de la prostituta). Además las relaciones de Seth con estas diosas siempre son contra natura o con coito anal, lo cuál destaca el carácter estéril del dios, cuya actividad sexual no es fecundativa, a diferencia de la relación Osiris-Isis que es procreativa.-
En Egipto siempre había tiempo y modo para diversiones osadas. Sin embargo las profesionales del amor y las casas de placer (de las cuales hay pocos vestigios arqueológicos), se consideraban un peligro para los jóvenes. Los educadores estigmatizaban su frecuentación con severidad, lo vemos en las llamadas “Misceláneas Escolares”. Sin embargo para un egipcio, pasar la vida entre mujeres, danzas y música era considerado una necesidad, al punto que en las tumbas se solían depositar figurillas de mujeres (“concubinas”), con la finalidad de que el difunto al despertarse pudiera manifestarse virilmente activo.
El placer se buscaba a toda costa y en algunos casos el hombre egipcio solicitaba recetas afrodisíacas, particularmente extraña es aquella que dice: “para hacer que una mujer quiera aparearse contigo: espuma de la boca de un semental, unta el falo con ella y yace con la mujer”.
En cuánto en la narrativa, que abunda en mujeres hermosas y malvadas, el tinte sombrío de la mujer es frecuente, sobre todo en los escritos demóticos se manifiesta su carácter misógino. Anekhsheshionki en sus Enseñanzas dice: “Instruír a una mujer es como plantar en un terreno arenoso cuya superficie es dura”, “Lo que hoy hace con su marido, lo hará mañana con otro hombre”, y aún “Una mujer es un cuerpo de piedra: el primero que llega es el que lo trabaja”. Aunque en las mismas enseñanzas se dice que la aspiración de todo egipcio es encontrar una mujer que sea amante y esposa “Mujer de noche, gran dama de día”.-
Como decíamos al principio, prácticamente no hay escenas de sexo explícito en templos y monumentos funerarios, sin embargo la sexualidad no se excluye de las representaciones en estos recintos. Se rige por lo que algunos egiptólogos llaman “códigos sexuales”. La ingestión de ciertos alimentos, el acicalamiento del cabello, la presencia de animales como monos, escenas de caza tal la representada en la tumba de Tutankhamon podrían, a juicio de los expertos, transmitir un claro mensaje sexual.-
Para terminar vale la pena releer el relato de la relación del dios Amón y la reina Amosis, madre de Hatshepsut, inscrito en el Templo de Deir el-Bahari:
“Entonces Amon, el dios excelente, seños del Trono de las Dos Tierras, se transformó y tomó el aspecto de Su Majestad, el esposo de la reina. La encontró durmiendo en su hermoso palacio. El olor del dios la despertó e hizo que sonriera a Su Majestad. Apenas él se acercó a ella le ardió el corazón, e hizo que ella pudiera verlo en su aspecto divino. Después de acercársele mucho y de que ella quedase extasiada contemplando su virilidad, el amor de Amon penetro su cuerpo. El palacio estaba invadido por el perfume del dios, cuya fragancia venía de Punt. La Majestad de este dios hizo todo aquello que deseaba. (Amosis) le dio todas las alegrías posibles y lo besó”. Luego la reina expresa sin reticencias el placer del orgasmo y su compañero repite el acto del amor: “Y La Majestad del dios hizo de nuevo todo aquello que quiso con ella”.-
Un texto bello sin duda, que une la naturalidad, la armonía y la fuerza de la sensualidad y el erotismo en el Antiguo Egipto.-
y el natrón