Hola!
Bueno... el siguiente intento trataré de hacerlo yo.
No sé si algo de lo que diga aquí será la respuesta para la pregunta 4, pero si no lo es, por lo menos servirá para agregar algo más al tema:
A ver...
4. Durante la dinastía XXV, en la Tebaida el poder residía ahora en la casa real, que lo ejercía a través de un miembro femenino de la familia. Al asumir el papel de "Divina Adoratriz" de Amón, la princesa disfrutaba de todo el boato externo de la realeza: cartuchos, epítetos reales y simbolismo gráfico. La Divina Adoratriz disponía de una corte y de un personal político que, en cierto sentido, dotaba nuevamente a Tebas de una presencia "real". La Divina Adoratriz presidía un "salón" real en el que destacaban chambelanes y gestores de palacio. Participaba en la ceremonia de los "misterios" y era vigilada por un personal de seguridad. Al igual que un rey, disponía de sirvientes que estaban a cargo de la corona y los avíos reales. La Divina Adoratriz tenía escribas (hombres y mujeres!) dotados de todas las habilidades. Había artesanos, joyeros, mano de obra no cualificada en asilos para pobres y mineros. Su riqueza se depositaba en una tesorería y servía para construír y, a su muerte, para pagar las expensas de un elaborado culto funerario.-
¿Ejercía realmente un poder político? Es harto improbable que ejerciese su propia voluntad, pues no aparece ninguna ni siquiera en monumentos conmemorativos privados de los principales acontecimientos de la época. La Divina Adoratriz aparece más como una figura sin poder que como una "reina" en todo su derecho. El control administrativo descansaba en manos de su mayordomo y de sus parientes cercanos, que eran los que realizaban las funciones sacerdotales.
El cargo de Divina Adoratriz consistía en un cargo equivalente al de gran sacerdotiza responsable del personal femenino del culto a Amón.-
No sé si ésta (o algo de ésto) es la respuesta a la pregunta...