Gracias Mamen, gracias Rulle.
Y sà la indignación creo que la sentimos todos los que amamos tanto a esta maravillosa civilización. Es increible que en esa época ellos mismos no ciudaran sus tesoros. Por suerte la cosa ya cambió bastante, aunque hay cosas que perdimos para siempre. En este caso nos queda la obra de la expedición napoleónica para poder recordarlas.
Gracias de nuevo por los comentarios. Besos. Gonzalo.