por Hor » 01 Ago 2008, 00:18
Día 11
Nuestro penúltimo día en Egipto fue bastante movidito, lo teníamos libre y decidimos junto con Rafa y Maite ir a El Cairo Antiguo por nuestra cuenta. Cogimos un taxi a la salida del hotel que era nuevecito, un Hyundai de color negro con una banda amarilla en las puertas delanteras, taxímetro y taxista trajeado, lo malo es que no sabía español y poco inglés, de inglés sabía más que yo que no se casi nada, ajustamos el precio en 20 libras, le enseñe un mapa que me habían dado en el hotel que estaba en árabe y le señale donde queríamos ir, contesto que yes yes O.K. y en marcha. Íbamos charlando con el taxista, bueno charlaba yo y los de atrás se descojonaban de risa con el árabe, el inglés y el español cuando me di cuenta que estábamos llegando al Khalili, le dije que Khalili no y él que O.K. Khalili no, como era muy simpático y nos estábamos riendo tanto con él pensé que nos estaría dando una vuelta por El Cairo, pasamos por la ciudad de los muertos y cuando íbamos por una autovía desde donde se veía la mezquita de Saladino a la derecha y el cuarto mundo a la izquierda, al llegar a la altura de la gran mezquita para donde creéis que giro; exactamente, para la izquierda y ¡aaahhh¡ donde nos ha metido el taxista este, en la parte de atrás se quedaron mudos y con cara de susto, para colmo para el taxi y se pone a hablar con un muchacho de por allí, y yo pensé: le estará preguntando dónde nos mete para desvalijarnos. Mire al taxista que tenía cara como de haber metido la pata, no good, no good, da la vuelta le decía yo, los de atrás con los móviles para llamar a Karín, nuestro guía en El Cairo, cuando dio media vuelta y empezó a sacarnos de allí, yo me decía a mi mismo como decirle al taxista de cómo llevarnos al barrio copto cuando se me encendió la bombilla, Metro Mari Girges le dije y él que yes yes O.K.. Cuando salíamos de allí, al coger la autovía de nuevo, nos señaló un cartel que ponía Monastery of Saint Simeón, ¡Simeón! si y casi nos meamos todos de miedo. Por fin llegamos al barrio copto (El Cairo Antiguo) nos bajamos del taxi, le pago sus 20 libras y me da el ticket que marcaba 20,80. Lo mire riéndome y le di 2 libras mas, me dio las gracias en inglés se las devolví y bay bay.
Cuando entramos por la acera de la derecha hay puestos para comprar como en todas partes, compramos tabaco y agua y como el vendedor sabía español, entre las guías que llevábamos y las indicaciones de éste nos fue muy bien, vimos la Iglesia de San Sergio tambien lamada La Iglesia Suspendida (debajo de ella hay calles) y la de La Virgen María en el interior de cementerio copto, a la salida de éste vimos parejas de novios (cristianos) sentados en los bancos cogidos de la mano, creo que es el único sitio publico donde pueden hacerlo.
Como no tuvimos bastantes emociones decidimos volvernos al hotel en el metro, lo cogimos en la estación Mar Girgis, el billete costaba 75 piastras a los extranjeros y 25 a los autóctonos -la próxima vez nos disfrazamos de egipcios- bajamos y nos montamos en mitad del convoy dirección Geriza station (Opera Huose) la cosa iba bien y llegamos a la estación Sadat para hacer trasbordo de la línea 1 por la que íbamos, a la 2, (las dos que hay; creo que están construyendo una nueva que unirá El Cairo con el aeropuerto) .Cuando bajamos al andén nos coincidió con los primeros vagones y yo que iba el primero me puse detrás de un montón de mujeres vestidas prácticamente iguales que se giraron y me miraron como diciendo, ¿Donde ira este?. Entonces Rafa me dio una palmadita y me dijo: -Si nos metemos ahí nos echan a patadas-. ¡Porras!, no me acordaba que los primeros vagones son solo para mujeres. Nos desplazamos hasta que se acabaron las mujeres y empezaban los hombres y ya está, pero cuando llego el convoy no nos pudimos montar so pena de parecer sardinas en lata, ni las puertas se podían cerrar, ¡Dios Mío! como vengan todos igual de aquí no salimos. El siguiente no iba tan lleno, no montamos, llegamos a Opera House, no bajamos, salimos, ¡Uff! qué alivio y tras veinte minutos más o menos llegamos al hotel para comer y fin de la odisea. Después de comer quería haber podido ir al museo de El Cairo, pero no había comprado casi nada y como me habían recomendado un sitio en el Khalili cogimos un taxi y volvimos, fuimos a ver a Jordi el catalán, que ni se llama Jordi ni es catalán por supuesto, se llama Mohamed y eso si estuvo en Cataluña, y habla perfectamente el nuestro idioma, y NO HAY REGATEO, allí le compre un escarabajo de oro a mi mujer que le gusto mucho, además de otras cosas, todas con precio fijo. De vuelta al hotel ya de noche el taxi que cogimos me dio mala espina y al pagarle las 20 libras convenidas al taxista me las devolvió diciendo 25 en ingles, lo mire con mala leche a los ojos (este taxista era muy raro, muy… no se) le cogí la mano y le di uno a uno los billetes contando en inglés hasta llegar a 20 y en español le dije que no había más, me baje del taxi y me espere a que se fuera, y ¡se fue! Y fin de la odisea, je je, fue un día muy intenso.
Que Horus os proteja siempre.
Hor, protector de Kemet