Diario de mi viaje a Egipto abril de 2006

[Hor]

Dia 7

En Luxor nos alojaron en el Sonesta Saint George, este hotel estaba muy bien, nos obsequiaron con un carcadé fresquito, nos acomodamos, comimos y para Denderah a ver el Templo de Hathor.



Este templo de época Ptolemaica y que está construido sobre otro más antiguo está muy bien conservado, vimos la ubicación del famoso zodiaco que se encuentra en el Luvre, hay una copia de éste en su lugar, las famosas bombillas (cuanta imaginación tiene la gente), entramos en la cripta que hay debajo del Sancta Sanctorum, no apta para claustrofóbicos y fue una lástima que se trastornara la cámara de fotos, saque pocas instantáneas.


A la vuelta y después de ver el templo de Luxor de noche (espectácular) desde el minibús fuimos al museo de la Momificación donde también puedes echar fotos como en el de Asuán, menos mal que me aclare con la cámara, es pequeñito pero interesante.

Esa noche y gracias a Angel, que sabe inglés, contratamos un taxi para ir a la Necrópolis Tebana. ¡Ala! Al hotel que mañana hay que levantarse a las 6.

Que Horus os proteja.

[Hor]

Día 8

Gracias a la gestión de Angel a las 6:30 nos recogió el taxi en la puerta de hotel y fuimos al valle de las reinas, los nobles, los artesanos y el templo de Medinet Habu, desde el hotel Sonesta Saint George a los lugares que he mencionado antes y desde las 6:30 a las 13:00 horas fueron 100 libras egipcias ( algo menos de 15 € ) fue la leche, éramos 9 personas metidas en el taxi (con el taxista,) un Peugeot 504 ranchera del año del pele más viejo que la duquesa de alba ( jo, si llega a ser en verano ) el taxista que solo sabia árabe primero nos llevo al valle de los reyes, ya decía yo que me sonaba el camino, así que media vuelta. Las entradas se compran al principio poco después de los Colosos de Memnon y fuimos primero al de los nobles, pero claro como no hay indicadores no sabíamos para donde tirar, entonces se ofreció un egipcio que nos indicaría el camino hacia las tumbas y de 10 euros que pedía se quedo en 4 (echo el día, el tío) cada tumba tiene gente que la cuida y te explican lo más interesante, creo yo, pero nada de español ( hay que dar una propinilla ), las pinturas son preciosas con escenas de la vida cotidiana de los nobles, las iluminan con varias chapas pulidas ,una en la puerta refleja el sol hacia la entrada y en ésta con otra chapa va iluminando el interior.



Después del valle de los nobles fuimos al de los artesanos, entramos en una tumba (no recuerdo el nombre) contemplamos las ruinas del poblado y el templo ptolemaico dedicado a Hathor y Maat y nos marchamos para el valle de las reinas, recuerdo que Ángel fue a la tumba de Nefertari que está cerrada, pero por una propinilla al guardián, le encendió las luces y le dejaron mirar por un agujero o algo así y vio la antesala, pero es peor porque te quedas con las ganas, por ultimo fuimos al templo de Medinet Habu, que voy a decir de este templo, impresionante.



A las 12:30 no metimos todos en el taxi y a las 13:00 estábamos en el hotel. Los pasamos muy bien por libre sin agobios de ninguna clase y como llevábamos información de los lugares que visitamos, vimos los más interesantes creo yo. Después de comer y liquidar la cuenta en el hotel, nos llevaron para el aeropuerto de Luxor para coger el avión a El Cairo, por el camino me invadió una sensación muy triste porque me iba de allí.

Volamos desde Luxor con el mismo avión que vinimos de España, un A320 de iberworld; fuimos viendo el desierto atravesado por el Nilo, el Mar Rojo a la derecha y al final las Pirámides junto a El Cairo, fue fantástico. El aeropuerto es grandísimo y no tiene ni punto de comparación con el de Luxor, las maletas, un desastre, las tratan a patadas y por qué le di una propinilla al maletero se armo una gorda, no era mi intención perjudicar a nadie, pero la gente habla demasiado y parecía el juego del teléfono, de lo que paso a lo que al final se dijo distaba bastante, pero bueno todo fue muy bien. Nos alojaron en el hotel Marriott que está en la isla de Zamalek y la parte de recepción, salones, restaurantes, bares, etc., lo construyeron para alojar a Mª Eugenia de Montijo esposa de Napoleón III cuando inauguraron el canal de Suez por allá en la segunda mitad del siglo XIX y a ambos lados dos torres de 20 plantas con las habitaciones, estaban reformándolo empezando por las plantas de arriba, me toco en la tercera planta ( en la habitación talata talata setta ) con una cama de matrimonio cojonuda, la comida muy bien y los dos últimos días comida thailandesa para la cenar, la piscina ni me acerque no tuve tiempo y además ni a mí, ni a mi mujer nos apetecía, en fin el hotel de cine. Esa noche cenamos y nos acostamos enseguida porque estábamos cansados y a la mañana siguiente temprano nos llevaban a ver la Meseta de Giza.

Saludos y que Horus os proteja.

[Hor]

Día 9

Después de desayunar en el salón Omar Café del Marriot fuimos en autobús a Giza para ver su famosa meseta, ver las pirámides es algo que no olvidaré en la vida, contemplar esas enormes estructuras de piedra que construyeron los egipcios hace más o menos 4.500 años es inenarrable y lo que siente uno dentro, aparte del calor ó la claustrofobia es único.



Yo entre en la de Kefrén y mi mujer se quedo fuera, ni la deje ni ella quiso (ya en la tumba de Tutmosis III salió sofocadísima) es un poco agobiante y de pensar lo que tienes encima, da un miedo. La de Keops costaba 100 libras egipcias y como tiene cupo no intente entrar, Ángel, si entro, luego cambiamos impresiones y más o menos cambia la amplitud y la Gran Galería, claro, y como sabéis por dentro están totalmente lisa sin una sola inscripción. La Esfinge custodiando su pirámide otra maravilla, la estaban restaurando y me choco como le quitan la humedad, echándole arena del desierto, pero parece ser que es lo mejor.

A continuación nos llevaron a una planicie desde donde se contempla todo el conjunto con El Cairo de fondo para echar fotos y por supuesto si quieres comprar algo.
Terminada la visita nos llevaron a una tienda de papiros donde nos enseñan el proceso de fabricación y a distinguir entre los originales y los de plátano, como si eso fuera tan fácil, je je. Después de comer en un restaurante local donde de entrante teníamos la típica tortilla de patatas española nos marchamos para Saqqara, al complejo funerario del rey Zoser.


Visitamos la mastaba de Mereruka y los alrededores de la pirámide escalonada que construyo Imhotep hace 4.800 años. La visita me supo a poco, Saqqara tiene muchos más, llamémosles lugares que visitar como la mastaba de Ti, la pirámide de Unas, etc. Y me gustaría volver algún día y visitar también Dashur, Ángel fue, y me comento que la pirámide roja le gusto más que la de Keops. En Menfis vimos la estatua tumbada de Ramsés II y poco mas, se acabo el día, al hotel a descansar para el día siguiente que tocaba El Museo de El Cairo.

Que Horus os proteja.

[Hor]

Día 10

El décimo día en El Cairo fue muy movidito estuvimos en el Museo, en la Ciudadela, en el Khan El Khalili y luego hicimos la excursión El Cairo de noche, que constaba de un paseo en bus por la Ciudad de los Muertos, solo para un momento y no te bajas del él, porque habían habido problemas y decían que era peligroso bajar, visitas el lugar donde mataron a Sadat ( de lejos ), te llevan al Khalili, te invitan a té ó lo que quieras en un garito típico egipcio, y para terminar cena con espectáculo en un barco navegando por el Nilo (escoltados por la policía de río y todo).


El museo de El Cairo o mejor dicho lo que hay dentro de él es magnífico, nuestro guía Karín nos llevo directamente a ver el tesoro funerario de Tutanjamón, su máscara es la leche (como decimos por aquí), una maravilla, te quedas a cuadros, Karin no explico todo sobre el rey Tut, algunas cosas más y nos aconsejo que ver después por libre. La sala de las momias no hay que perdérsela (aunque la entrada sea cara) es impresionante. La momia de Ramsés II no es igual verla en foto que en directo (en vivo no pega), luego fuimos a la sala de Ajenaton (Amenhotep IV), en las salas del imperio antiguo, Zoser, Seneferu (Snefru), La estatua de madera de El Alcalde (Ka-Aper), en fin una larga lista de cosas que ves y las que no ves por falta de tiempo, en una mañana es imposible. No te dejan entrar cámara de video ni de fotos así que guarde ambas y no las saque hasta la noche en la cena del barco.
Después de comer nos llevaron a la Ciudadela, vimos el reloj de madera que no funciona, la mezquita de Saladino, bien, pero para mezquita, la de Córdoba, con todos mis respetos (¡ah! en la mezquita puedes echar todas las fotos que quieras y con el flash que no la estropea).
El Khan El Khalili es inmenso da miedo meterse por esas callejuelas tan estrechas y todo el mundo dándote la vara para que compres, pero nos metimos con Rafa y Maite y al final encontramos y encargamos dos esclavas de plata y piel de camello con su cartucho grabado (después de regatear hasta la muerte, claro) dimos una señal y la recogimos un par de horas más tarde durante la excursión El Cairo de noche.

El Cairo de noche habrá a quien le guste más ó le guste menos todo va en función de lo que cueste, para mí personalmente si no la hubiera realizado, al igual que la del poblado nubio en Asuán, no hubiera pasado nada. Bueno se acabo el día y a dormir.
El día siguiente lo teníamos libre y fue toda una odisea para Rafa, Maite, mi Mujer (Mari), y yo.

Horus os proteja a todos.

[Hor]

Día 11

Nuestro penúltimo día en Egipto fue bastante movidito, lo teníamos libre y decidimos junto con Rafa y Maite ir a El Cairo Antiguo por nuestra cuenta. Cogimos un taxi a la salida del hotel que era nuevecito, un Hyundai de color negro con una banda amarilla en las puertas delanteras, taxímetro y taxista trajeado, lo malo es que no sabía español y poco inglés, de inglés sabía más que yo que no se casi nada, ajustamos el precio en 20 libras, le enseñe un mapa que me habían dado en el hotel que estaba en árabe y le señale donde queríamos ir, contesto que yes yes O.K. y en marcha. Íbamos charlando con el taxista, bueno charlaba yo y los de atrás se descojonaban de risa con el árabe, el inglés y el español cuando me di cuenta que estábamos llegando al Khalili, le dije que Khalili no y él que O.K. Khalili no, como era muy simpático y nos estábamos riendo tanto con él pensé que nos estaría dando una vuelta por El Cairo, pasamos por la ciudad de los muertos y cuando íbamos por una autovía desde donde se veía la mezquita de Saladino a la derecha y el cuarto mundo a la izquierda, al llegar a la altura de la gran mezquita para donde creéis que giro; exactamente, para la izquierda y ¡aaahhh¡ donde nos ha metido el taxista este, en la parte de atrás se quedaron mudos y con cara de susto, para colmo para el taxi y se pone a hablar con un muchacho de por allí, y yo pensé: le estará preguntando dónde nos mete para desvalijarnos. Mire al taxista que tenía cara como de haber metido la pata, no good, no good, da la vuelta le decía yo, los de atrás con los móviles para llamar a Karín, nuestro guía en El Cairo, cuando dio media vuelta y empezó a sacarnos de allí, yo me decía a mi mismo como decirle al taxista de cómo llevarnos al barrio copto cuando se me encendió la bombilla, Metro Mari Girges le dije y él que yes yes O.K.. Cuando salíamos de allí, al coger la autovía de nuevo, nos señaló un cartel que ponía Monastery of Saint Simeón, ¡Simeón! si y casi nos meamos todos de miedo. Por fin llegamos al barrio copto (El Cairo Antiguo) nos bajamos del taxi, le pago sus 20 libras y me da el ticket que marcaba 20,80. Lo mire riéndome y le di 2 libras mas, me dio las gracias en inglés se las devolví y bay bay.



Cuando entramos por la acera de la derecha hay puestos para comprar como en todas partes, compramos tabaco y agua y como el vendedor sabía español, entre las guías que llevábamos y las indicaciones de éste nos fue muy bien, vimos la Iglesia de San Sergio tambien lamada La Iglesia Suspendida (debajo de ella hay calles) y la de La Virgen María en el interior de cementerio copto, a la salida de éste vimos parejas de novios (cristianos) sentados en los bancos cogidos de la mano, creo que es el único sitio publico donde pueden hacerlo.




Como no tuvimos bastantes emociones decidimos volvernos al hotel en el metro, lo cogimos en la estación Mar Girgis, el billete costaba 75 piastras a los extranjeros y 25 a los autóctonos -la próxima vez nos disfrazamos de egipcios- bajamos y nos montamos en mitad del convoy dirección Geriza station (Opera Huose) la cosa iba bien y llegamos a la estación Sadat para hacer trasbordo de la línea 1 por la que íbamos, a la 2, (las dos que hay; creo que están construyendo una nueva que unirá El Cairo con el aeropuerto) .Cuando bajamos al andén nos coincidió con los primeros vagones y yo que iba el primero me puse detrás de un montón de mujeres vestidas prácticamente iguales que se giraron y me miraron como diciendo, ¿Donde ira este?. Entonces Rafa me dio una palmadita y me dijo: -Si nos metemos ahí nos echan a patadas-. ¡Porras!, no me acordaba que los primeros vagones son solo para mujeres. Nos desplazamos hasta que se acabaron las mujeres y empezaban los hombres y ya está, pero cuando llego el convoy no nos pudimos montar so pena de parecer sardinas en lata, ni las puertas se podían cerrar, ¡Dios Mío! como vengan todos igual de aquí no salimos. El siguiente no iba tan lleno, no montamos, llegamos a Opera House, no bajamos, salimos, ¡Uff! qué alivio y tras veinte minutos más o menos llegamos al hotel para comer y fin de la odisea. Después de comer quería haber podido ir al museo de El Cairo, pero no había comprado casi nada y como me habían recomendado un sitio en el Khalili cogimos un taxi y volvimos, fuimos a ver a Jordi el catalán, que ni se llama Jordi ni es catalán por supuesto, se llama Mohamed y eso si estuvo en Cataluña, y habla perfectamente el nuestro idioma, y NO HAY REGATEO, allí le compre un escarabajo de oro a mi mujer que le gusto mucho, además de otras cosas, todas con precio fijo. De vuelta al hotel ya de noche el taxi que cogimos me dio mala espina y al pagarle las 20 libras convenidas al taxista me las devolvió diciendo 25 en ingles, lo mire con mala leche a los ojos (este taxista era muy raro, muy… no se) le cogí la mano y le di uno a uno los billetes contando en inglés hasta llegar a 20 y en español le dije que no había más, me baje del taxi y me espere a que se fuera, y ¡se fue! Y fin de la odisea, je je, fue un día muy intenso.

Que Horus os proteja siempre.