Estoy de verdad patidifuso y agradablemente sorprendido. ¡Menuda descripción de tu viaje! Quien no haya ido a Kemet solo tiene que leerte y habrá hecho una gran parte del viaje ¡Seguro!
Muchas veces me hiciste reir, otras me hiciste sacudir el polvo del camino, otras sentirme cansado por el trasiego que te traías, otras con ganas de decirle a algún pesado “ ¡déjala en paz, coñe!”, con sed, con … no sé.. ¡Fe-no-me-nal! Pienso en el archivo de fotos que tienes que tener y también en el archivo de sentimientos que tienes que tener almacenado; no sé cual será mayor. ¡Uauuu!
Poco voy a poder decir que no hayan dicho nuestros contertulios lectores de tu diario. Todo lo que dicen es cierto y se podría decir mucho mas pues depende de la expresión de cada uno y esto lo haría interminable.
Oye, ¿Estas segura de que tu guía no era Zahi Hawas camuflado? Lo digo por lo que te consiguió tantas veces.
De todo lo que me hiciste recorrer y de alguna forma, ver, una cosa que me llamó la atención es, cómo es tu forma de sentir.
Hay dos partes en tu diario: una que compende a la Mamen viajera, buscadora, aventurera, protestona, curiosa… y otra que compende a la Mamen espiritual, sentimental, romántica… La primera te hace vivir el ahora; la segunda te hace soñar en el tiempo. La primera me hace abrir mucho los ojos; la segunda me los hace cerrar.
Cuando te acercas a nuestro querido y mal presentado por algunos (ya sabes, nos lo quisieron presentar como esclavista, perseguidor, cruel… y ¡nó señor!., fué un buen hijo y buen faraón) User-Maat-Re Sete-Pen-Re, Rameses Meriamón, te transformas. Cuando hablas de él, lo sientes, te emocionas, transmites a quienes tienes cerca –aquí a través de la lectura- los aromas de aquél faraón. Oye: ¿de verdad que no eres la reencarnación actual de Nefertari? Jua, jua! ¡No sé, no sé!.
Cuando estuviste en Abydos ¿viste la Flor de la Vida que está en el Osirium? Seguro que sí. Si sabes algo de esa talla, su origen y significado, dímelo plis.
Tu despedida…. pues… ¡Jope!!! Pues que casi me hace llorar!! ¡Que uno no es de piedar, coñe!
Magnífico relato Mamen, lo digo de verdad. (Soy amable pero no adulo; no es mi estilo ni tengo por qué)
Felicidades.
Ka-Aper
Sacerdote lector