Museo Egipcio. El Cairo

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Para terminar con la parte exterior del museo unos cuantos fragmentos con relieves.

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Comenzamos con las piezas del interior, son solo una pequeña seleccion de lo que puede encontrarse en este caótico y a la vez maravilloso museo.



Primera estatua egipcia de tamaño natural que se ha encontrado hasta la fecha en Egipto. El rey está sentado en un trono con respaldo y sus pies están sobre un reposa pies elevado, en la parte frontal de este figuran el título y el nombre del rey (Horus Netyerikhet) Está envuelto en el largo manto del Hebsed del que solo sobresale el puño cerrado derecho cruzado sobre el pecho. La mano izquierda está extendida sobre el muslo.

Se encontró en un pequeño serdab en el lado norte de la pirámide escalonada de Saqqara. Los serdab son cámaras cerradas destinadas a contener la estatua del difunto. Tenia dos orificios en la pared que le permitían recibir las ofrendas, En la actualidad en este serdab hay una réplica de la estatua lo que permite que nos hagamos una idea de como estaba originalmente.


Sobre su peluca lleva el nemes en una versión arcaica con los bordes acabados en punta, y en la barbilla la barba postiza ceremonial . Tiene una severa expresión en el rostro, pómulos altos, boca carnosa y un fino bigote pintado de negro en el labio superior, así como unas dominantes cejas y ojos que originalmente estaban realizados con incrustaciones en color.

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La estatua del tipo del escriba es una de las mas conocidas del <imperio Antiguo.El escriba representa al funcionario ideal, este era uno de los cargos mas anhelados por la sociedad egipcia, por eso estas estatuas nacidas a comienzo de la IV Dinastía, son muy frecuentes a partir de la V, incluso muchos personajes de clase social alta se hacían representar como escribas. En este caso el escultor cuidó mas el magnifico retrato de la cabeza que el modelado del cuerpo.


En este caso la idealización de las esculturas de la V Dinastía está unida a una individualización claramente visible. No podemos decir si las marcadas arrugas a ambos lados de la nariz eran un rasgo propio del personaje representado, pero este detalle le da en todo caso un toque individual al rostro bello y simpático de esta escultura. La impresión de naturalidad se acentúa aun mas por los ojos incrustados aunque a día de hoy la menoscaba un poco la corrosión del cerco de cobre que reproduce los trazos del maquillaje. La cabeza está un poco girada, los ojos vueltos ligeramente a la derecha. Estas actitudes que se pueden encontrar en piezas similares, le dan al escriba el aspecto de estar escuchando a quien le dicta con la mas obediente atención.


El escriba sostiene en su mano izquierda el papiro desenrollado; se supone que la derecha sostenía un cálamo o junco de escribir autentico.

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Esta majestuosa estatua de diorita representa a Kefren, cuarto faraón de la IV dinastía y constructor de la segunda pirámide en tamaño del complejo de Giza. Su pirámide originalmente tenia 145 metros de alto y todavía hoy conserva un poco de su recubrimiento cerca de la cima.

La estatua está reconocida como una de las grandes obras maestras de la escultura mundial. En términos de técnica y expresión es una escultura maravillosa, incluso si se hubiera realizado en mármol o en cualquier otra piedra de fácil manejo. Pero está esculpida en diorita, una roca granítica que se encontraba entre las mas difíciles de tallar de las que se conocían en la IV dinastía, y aun así el escultor fue capaz de representar los detalles de los rasgos faciales y los músculos del cuerpo.


Vemos al faraón sentado en un trono, sobre una base alta. Kefren lleva el tocado nemes, luce la falsa barba ritual y una falda corta y plisada o faldellín. Tiene una expresión serena en su rostro y ligeramente risueña. El respaldo del trono en el que está sentado llega a la altura de los hombros del faraón, sobre ellos un halcón (Horus) extiende sus alas protectoras envolviendo su cabeza.


La parte final de las patas del trono están talladas en forma de patas de león, el frente del asiento está decorado con cabezas de este mismo animal. La parte lateral de la estatua, entre las patas delanteras y traseras, lleva grabado el “sema-tawy”, el símbolo de la unión de las dos tierras. El símbolo está compuesto por las dos plantas heráldicas del Alto y Bajo Egipto, el papiro y el loto, cuyos tallos se entrelazan alrededor del jeroglífico que significa tráquea y pulmones, esto puede leerse como 'se unen'.

Se encontró boca abajo en un hoyo en la antecámara de su Templo del Valle en Giza, en el mismo lugar se encontraron 23 estatuas de diorita de Kefren, esta estaba en buen estado, las demás estaban hechas pedazos.