Estimado amigo,
Yo soy un poco más optimista acerca del resultado final de toda esta penosa historia. Es normal que la exposición final de los resultados se alargue, ya que, si he entendido bien, aparte de la comisión de investigación, la Diputación de Alava también ha contactado especialistas de otros centros de investigación e incluso del extanjero. Como cabe suponer, todos ellos tienen muchas otras ocupaciones al margen del estudio de los materiales de Veleia y, por tanto, establecer un dictamen claro implica tiempo, sobre todo si también se ha sometido a análisis de laboratorio una muestra significativa de los materiales "hallados".
También, por otro lado, coincidimos en el mismo veredicto todos los profesionales que, en nuestro ámbito respectivo de estudio, hemos consultado siquiera una parte mínima de estos materiales filtrados a los medios de comunicación o, simplemente, presentados por los descubridores (antes de ser retirados velozmente por los mismos). Y esto es así desde el ámbito de la filología vasca, de la iconografía cristiana, de la epigrafía latina y de la egiptología. Y el hecho de que se haya contactado a un círculo amplio de especialistas, de diferentes regiones (y, espero, países), con acceso directo al material o a facsímiles de los mismos, implica también que demasiadas personas están ya al tanto de lo "descubierto", que esto es ya imposible de ocultar y que seguir demorando su comunicación a la comunidad científica sólo aumentaría las sospechas. Creo que, simplemente, hay que ser pacientes: los análisis serán exhaustivos y esto requiere tiempo. También a nadie se le oculta que las consecuencias de la previsible confirmación de la falsedad de estos materiales serán severas. Razones de más para actuar sin prisas ... pero sin pausa.
Tampoco creo que los ataques a los escépticos haya que tomarlos muy en serio: ¿proceden de especialistas o de simples aficionados? Mucho me temo que de estos últimos sobre todo, desilusionados al comprobar que se viene abajo el cuento de hadas que les contaron y negándose a creer que este tipo de acontecimientos pueda producirse. Y en cuanto a las acusaciones de "envidia", recuerde que fue lo primero que se dijo del profesor inglés que se dio cuenta del fraude de las pinturas de Zubialde ¡a partir de una simple fotografía de un periódico! Pero los hechos son tozudos y el silencio en los medios científicos abrumador, a pesar de que los "descubridores" quisieron hacernos creer en un principio que la comunidad científica estaba en vilo ante tamaños descubrimientos. Y sin embargo, la realidad es que no han tenido el menor impacto y nadie sabe siquiera que existan. El caso de la revista "Orientalia" es significativo: ni una sola palabra. Y han pasado ya dos años y medio.
Paciencia por tanto. Yo opino que las cosas se están haciendo bien y, de hecho, cuanto más tiempo transcurre sin noticias en los medios científicos, en las discusiones internacionales, etc., más cerca estamos de lo que considero será el dictamen definitivo. Los comentarios realizados por Gorrochategi se suman a los realizados por otra profesora este verano, y preludian el signo de este dictamen.
Saludos y hasta pronto,
Juan Carlos Moreno García