La misteriosa muerte de Tutankamón
Publicado: 07 Feb 2005, 23:07
Hola a todos me llamo Cira, tengo 17 años y soy de Las Palmas de Gran Canaria, os propongo un nuevo tema del que estoy algo informada, espero que contesteis si teneis información, o deis vuestra opinión sobre el asunto.
Las evidencias señaladas no solo parecen apuntar hacia la existencia de un hecho criminal como colofón de la vida de Tutankamón, último reducto del culto a Atón, sino que encajan a la perfección con el clima de una época particularmente inestable del Antiguo Egipto. Bob Brier, que obtuvo el reconocimiento mundial en 1994, cuando momificó el cadáver ciñéndose estrictamente a los procedimientos del Antiguo Egipto, especifica que Ay (sumo sacerdote del clero de Amón), pudo haber utilizado un objeto contundente para golpear a Tutankamón en la parte trasera del cráneo, posiblemente mientras el faraón dormía. Brier ha llegado a esta conclusión tras la información facilitada por el doctor Gerald Irwing, director médico del Departamento de Tecnología Radiológica, tambien de la Universidad de Long Island. Tanto Irwing como Brier creen, sin embargo, que Tutankamón pudo sobrevivir varios meses a ese golpe de consecuencias irreversibles.
¿Qué ocurrió en realidad?
Parece haber una evidencia de que la viuda de Tutankamón se casó finalmente con Ay -a pesar de la repugnancia que posiblemente le inspirara este personaje que sucedió a Tutankamón ya siendo un anciano.
¿Se casó Ay con ella para legitimizar, por la fuerza, su deseo de reinar? Ankesenamón desapareció durante los tres años que reinó Ay, antes de morir. ¿Fue víctima también del sumo sacerdote de Amón?
Horemheb es otro de los sospechosos del presunto asesinato del joven faraón. Lo cierto es que, muerto Ay sin descendencia, Horemheb tomó el poder y, tras reorganizar y fortalecer su ejército (del que había sido comandante durante el reinado del faraón-niño), deshizo definitivamente las secuelas de la revolución anármica devolviendo tierras a sus antiguos propietarios y restaurando en el poder y riqueza a una clase sacerdotal, el clero tebano del dios tradicional Amón, que se había visto capitidisminuida, económica y políticamente, por el monoteísmo radical que había intentado implantar Akenatón, y a durísimas penas sostener Tutankamón. ¿Fue víctima Tutankamón de una cosnpiración?
¿Llegaremos a conocer, finalmente, la verdadera identidad de un arcaico asesino y los auténticos móviles de su crimen? El desenlace de esta novela se encuentra todavía bajo las arenas del mismo desierto que cubrió, durante tres mil años, sus prolegómenos.
Muchos besos, Cira
Las evidencias señaladas no solo parecen apuntar hacia la existencia de un hecho criminal como colofón de la vida de Tutankamón, último reducto del culto a Atón, sino que encajan a la perfección con el clima de una época particularmente inestable del Antiguo Egipto. Bob Brier, que obtuvo el reconocimiento mundial en 1994, cuando momificó el cadáver ciñéndose estrictamente a los procedimientos del Antiguo Egipto, especifica que Ay (sumo sacerdote del clero de Amón), pudo haber utilizado un objeto contundente para golpear a Tutankamón en la parte trasera del cráneo, posiblemente mientras el faraón dormía. Brier ha llegado a esta conclusión tras la información facilitada por el doctor Gerald Irwing, director médico del Departamento de Tecnología Radiológica, tambien de la Universidad de Long Island. Tanto Irwing como Brier creen, sin embargo, que Tutankamón pudo sobrevivir varios meses a ese golpe de consecuencias irreversibles.
¿Qué ocurrió en realidad?
Parece haber una evidencia de que la viuda de Tutankamón se casó finalmente con Ay -a pesar de la repugnancia que posiblemente le inspirara este personaje que sucedió a Tutankamón ya siendo un anciano.
¿Se casó Ay con ella para legitimizar, por la fuerza, su deseo de reinar? Ankesenamón desapareció durante los tres años que reinó Ay, antes de morir. ¿Fue víctima también del sumo sacerdote de Amón?
Horemheb es otro de los sospechosos del presunto asesinato del joven faraón. Lo cierto es que, muerto Ay sin descendencia, Horemheb tomó el poder y, tras reorganizar y fortalecer su ejército (del que había sido comandante durante el reinado del faraón-niño), deshizo definitivamente las secuelas de la revolución anármica devolviendo tierras a sus antiguos propietarios y restaurando en el poder y riqueza a una clase sacerdotal, el clero tebano del dios tradicional Amón, que se había visto capitidisminuida, económica y políticamente, por el monoteísmo radical que había intentado implantar Akenatón, y a durísimas penas sostener Tutankamón. ¿Fue víctima Tutankamón de una cosnpiración?
¿Llegaremos a conocer, finalmente, la verdadera identidad de un arcaico asesino y los auténticos móviles de su crimen? El desenlace de esta novela se encuentra todavía bajo las arenas del mismo desierto que cubrió, durante tres mil años, sus prolegómenos.
Muchos besos, Cira