por Penelope » 06 Jun 2009, 20:59
Espero sea posible obtener respuestas, plantear preguntas y obtener ayuda para explorar nuevos enfoques sobre éste y otros temas afines, y sobre todo poder interrogarnos con ecuanimidad . Si fuera el caso, deseo plantear que, a mi entender, se ha descuidado un poco la posibilidad, muy terrenal creo, de se tratara en el fondo de una sublevación dirigida por persona o personas conocidas y respetadas que tuvieran fácil acceso para ser escuc hados por los ancianos de las tribus hebreas, como también por funcionarios del palacio, e inclusive por el rey en persona.
Me refiero a un jefe o líder con suficiente fortuna, habilidad, conocimientos, fama, y por que no, suerte y audacia para llevar a cabo un plan político consistente en llevarse la mano de obra y poder utilizarla más adelante como lo hizo y lo sigue haciendo cualquier estratega político, es decir, para obtener, retener o reconquistar el poder sobre una comunidad, sociedad o grupo de personas dispuestas a admitir un nuevo liderazgo, nuevas leyes y pagar los impuestos que se les demande. Aunque las tesis de Maquiavelo puedan por algunos muy crudas o despiadadas, éste podría ser uno de esos supuestos en que era necesario obtener el salvoconducto o expulsión de parte del faraón, prerrequisito sin el cual toda la operación se encaminaba al fracaso.
En el capítulo sexto de El príncipe se ocupa, entre otros políticos afortunados, de Moisés, diciendo entre otras cosas que aunque contase con el respaldo de un Dios -en el que Maquiavelo no creía- no hubiera podido imponer sus estrictas leyes sin contar con el respaldo de las armas, de recursos económicos y una audaz estrategia política. Cuando el escritor bíblico -que era el mismo líder que nos ocupa- afirma que el pueblo salió en medio de grandes prodigios, calamidades y GUERRA, deja bien en claro que había existido algo más que palabrerías y juegos de magia delante del rey y su corte para lograr semejantes resultados.
En el sentido de que hablamos de un golpe estratégico de orden político, se encaminan algunas de estas circunstancias: dos frentes de acción, el primero dirigido directamente al rey y sus cortesanos para anunciar una serie de calamidades si se negaban a satisfacer el reclamo, y el segundo frente estratégico encaminado a poner en ejecución un plan de sabotajes y ataques escalonados que se iniciaron con el envenenamiento de las aguas, cisternas y abrevaderos a la altura de la capital, Tebas, iniciando el proceso de degradación ecológica que culmina con la plaga consistente en infecciones cutáneas, llagas y enfermedades de contagio.