5.15 h. Hora de levantarse. Dios mío “que dura es la vida del turista”!!
Perdón pero esto tengo que enfatizarlo: DIOS MIO “QUE DURA ES LA VIDA DEL TURISTA”!!
Nos arrastramos como pudimos y nos medio arreglamos (es difícil eso de peinarte y vestirte cuando tus ojos no se quieren abrir….. da igual que tú les intentes motivar diciendo que todo es por una buena causa………… que la causa tiene nombre propio “Pirámides”………… ellos, no es que no quieran…….. es que no pueden abrirse sencillamente…….).
En fin, pero allí estábamos nosotros, dentro del ascensor bajando para la recepción……. os he dicho que el ascensor era de lujo….. sí, sí,…….. música tranquilita de ambiente y un señor ascensorista con una sonrisa de oreja a oreja……
Mientras bajábamos me preocupaban dos cosas: la primera era si la otra pareja se habría rajado y habría decidido en el último momento seguir durmiendo; y la segunda era si a esa hora encontraríamos un taxi…….
Uy planta baja, la nuestra, el ascensorista nos hizo un gesto de “tengan ustedes un buen día” y acto seguido se abrieron las puerta. Abre, abre, abre, abre y chas!!! Allí estaban mi pareja preferida de madrileños!! no me habían fallado!!
Nos reímos un poco de las circunstancia y nos dirigimos al pequeño bar que había en la recepción para que nos facilitaran el desayuno para llevar.
Salimos del hotel. Era de noche, noche, noche…….. y Dios Mío!!! No había un taxi!!! No me lo puedo creer!!!.............. Mirabas para la derecha……… luego mirabas para la izquierda….. y era impresionante!!! No había un taxi!!! Habían CIENTO Y LA MADRE!!!! Ja, ja, ja!!!!
Pi, pi, pi, pi, pi!!!!!!!!!!!!! Anda Alis y tú preocupada. Nos acercamos a uno y enseguida nos quiso llevar. Nos dijo muy rápido que sí, que ya le estaba bien el dinero que le ofrecimos y aquello me hizo que pensar.
Este hombre metió la directa, os podéis imaginar que si conducen mal y rápido por el día ni os explico como lo hacen por la madrugada que hay menos coche. Este hombre no hablaba nada de inglés con lo que no pudimos conversar con él……
Yo le seguía dando vueltas a eso de que él no nos hubiera regateado con el dinero y entonces pensé “joer, le he dicho entrada pirámides, pero no le he dicho que son las de Giza a ver si nos lleva a otra”. Entonces sin venir a cuento grité
-Giza!!!-
Mis compañeros de viaje me miraron raro y entonces yo dije en tono normal
-Es que no le he dicho que son las pirámides de Giza-.
Y entonces todos me dijeron resoplando
-Alis a ver si nos centramos!!!-.
Nosotros seguíamos en ese coche destartalado pero que tendría que tener el motor trucado porque íbamos por unas grandes avenidas a doscientos por hora.
Llegando a Giza distinguimos en la oscuridad que nos acercábamos a una zona bastante cutrilla. Aunque no se veía mucho, vimos a lo lejos personas plantadas en medio de la calle por donde íbamos. “Esa gente” según nos acercábamos más nos empezaron a gritar……… a nosotros!! El taxista no hizo ni caso, se limitó a reducir la velocidad para no atropellarlos pero siguió sin parar. Entonces “esa gente” empezó a dar puñetazos al coche!!! ¿Pero qué narices hacen?!!!! ¿Qué quieren?!!!
Nosotros ALUCINANDO!!!!! Mirábamos al taxista…………. lo seguíamos mirando…………. pero nada………... como si miráramos a la mismísima momia de Ramses, pues lo mismo………. porque como no hablaba inglés!!!…………. y el idioma de los gestos qué!!!!.......... también te perdiste esa clase……………
Entonces frenó y paró. Y nos señaló con el dedo un sitio.
Ah!!! …… Bien……….pues vale………. no sé que nos quería señalar pero donde apuntaba su dedo no había nada…………. bueno sí “oscuridad”.
Nosotros allí ¡¡quieto paraos!! dentro del taxi. Estábamos en medio de un descampado y encima veíamos como se venían acercando desde lejos “esas personas” que habían aporreado el coche.
El taxista como vio que no salíamos del coche gritó
-Giza!!-.
Y nos volvió a señalar un punto concreto dentro de la oscuridad.
Y entonces el chico madrileño dijo
-¿Qué cuernos Giza? si aquí no hay na!!!-.
A todo esto ya teníamos pegados al taxi “esas personas” que nos gritaban algo (nosotros nos estábamos por la tarea de escuchar).
Esto que os explico es como os lo cuento, súper irreal y sacado de una película de……… Tarantino (de esas que no tienen ni pies ni cabeza…..).
A todo esto mis compañeros se me amotinaron (incluido mi marido) y me dijeron que no se bajaban del taxi, ¡¡¡¡lo que me faltaba!!!!.
Para los que no me conozcáis os tengo que decir que a mí estas escenas más que darme miedo ME CABREAN!!! Yo iba sentada en medio de la parte trasera del taxi y entonces dije
-Dejadme salir que voy hacer que se baje el taxista y me diga donde narices está la entrada-.
(“Entri” como yo le decía).
El chico madrileño se tuvo que bajar para dejarme salir.
La escena era la siguiente: mi marido y la otra chica dentro del taxi, el otro chico, el taxista y como seis maromos (maromos=esas personas) intentando hablar con nosotros afuera. Y yo sólo decía
-¿WHERE IS THE ENTRI????!!!!!-.
Dios mío que paciencia hay que tener, os lo juro!!!!
El taxista me juraba y rejuraba en egipcio que la entrada estaba en la dirección que me indicaba y los maromos le dieron la razón!!!!!
Entonces decidí caminar un poco en esa dirección y…………………. y…………….
JOER!!!! LA PUNTA DE LA PIRAMIDE DE KEOPS!!!!!
Tenías que poner los cinco sentidos y todo tu sentido ocular para poder “divisar“ en el cielo la puntita de la Gran Pirámide. Y lo vimos porque estaba amaneciendo y los primeros rayos de luz la estaban empezando a iluminar, pero muy muy muy tímidamente.
A lo lejos también pude ver una especie de container prefabricado con luz, una silla en el exterior y como un cordón de seguridad.
Me di la media vuelta y grité a mi gente
-SÍ, ES AQUÍ!!!-.
Entonces pagamos al taxista y nos quitamos de encima a los maromos.
Los maromos son personas que te ofrecen ir a las pirámides en caballo (no se si en camello también, pero yo solo vi caballos). Cómo saben que los taxis que se acercan traen turistas se matan por que los taxistas paren para poderte convencer y que les contrates los caballos. Los taxistas como no sacan nada pasan del tema, y entonces ellos se cabrean y dan golpes a los taxis para amedrentarlos y que paren por narices, pero nuestro taxista era “perro viejo” y pasaba de todo.
El paseo a caballo ellos te lo venden como que desde donde puedes ir con los caballos se ve un bonito amanecer. Porque estaba claro que donde estábamos sería la entrada de las pirámides pero ¡¡no era el sitio más romántico para ver el amanecer!!!.
Y allí se acabo esa parte del plan romántico del ver amanecer desde las pirámides en Giza y que nos hizo pegar el súper madrugón para nada.
Bueno si el destino me depara volver a ir por allí llevaré mejor preparado este tema, ja, ja, ja.
Nos acercamos al perímetro de seguridad y a lo que parecía ser la entrada. No vimos a nadie.
Al rato salió de la caseta prefabricada un guardia de seguridad y se acercó a nosotros. Por la cara que traía parecía que se acaba de despertar. Se nos quedo mirando raro.
Os podéis imaginar: cuatro españolitos de a pie a las 6.15 h. con nuestros bolsitos y mochilitas, nuestras cámaras de fotos con mi trípode incluido y nuestras cuatro bolsitas con nuestros cuatro desayunos. Vaya una estampa!!! Ni sacada de una película de José Luís López Vázquez.
Me dirigí a él y le pregunté en inglés que si aquello era la entrada de las pirámides. No hablaba mucho inglés pero me entendió y me dijo que sí. Se sentó en su silla. Instalé el trípode para hacer alguna foto pero estaba tan nublado que el objetivo no divisaba nada aunque nosotros ya empezábamos a ver la silueta de la Gran Pirámide perfectamente. La verdad es que si aquello era la entrada al recinto daba pena, me llevé un chasco terrible. Me daba vergüenza hasta hacer fotos, pero ya que estábamos y para matar el rato hice unas cuantas. Os pongo una.
Nosotros allí de pie hablando y esperando a que acabará de amanecer para tener más luz y poder hacer mejores fotos. Cuando pasó un buen rato ya me di cuenta que el problema no era de que no amaneciera sino que la bruma que había (bueno o eso deduje yo) provenía de la contaminación.
Todo era bastante raro, allí no venía ni Dios!!!! De turistas ni uno (de vez en cuando a lo lejos pasaba uno en un caballo) pero como nosotros nadie. El guardia nos miraba y nos sonreía, yo creo que por dentro tendría que estar pensando “donde irán estos pringaos”.
Al ratito se nos unió otro guardia de seguridad que también tenía pinta de acabarse de despertar por los bostezos y los estiramientos de brazos que hacía. Se me ocurrió ir a volver a preguntar lo mismo, fuera ser que el otro no me hubiera entendido
-Hello!! Entri for Pirámides-.
Me asentó con la cabeza que sí.
-¿Here??-.
Volvió a afirmarme que sí.
-Chicos que dice que sí, que es aquí-.
Entonces el chico madrileño comenta
-El guía dijo que quedábamos en la entrada, no?? a ver si el hijo de su madre no nos ha avisado y hay más de una y nosotros estamos en una y él en otra…..-.
-No hombre no!!!-.
Fue mi contestación.
Y entonces empecé a pensar “no hombre no, no hombre no….. no habrá sido capaz…..”. Me acerqué otra vez a los guardias y les pregunté si era la única entrada a las pirámides….. no.
NOOOOOOO!!!!
COMO QUE NOOOOOO!!!!!!
Entonces el segundo guardia me dijo como pudo si yo quería entrar a pie, yo le dije que sí, y él entonces me dijo que la entrada era aquella, que no me preocupara que cuando fuera la hora nos dejaría entrar……….
Entonces le pregunté en inglés “¿pero si yo quisiera entrar en autocar (porque el guía entraría con el resto del grupo en autocar) entraría por aquí también?”
“NO!!!! Por aquí entra la gente a pie o en animales. Por la entrada del MENA HOUSE entran los vehículos”.
JOERRRRR!!!! MENA HOUSE!!!!! ESTO YA SI ME CUADRA!!!!!
Y DONDE NACIRES ESTÁ ESA ENTRADA!!!!!!!! (Bueno aquí pensé en unos cuantos calificativos insultantes que no voy a reproducir para la persona de nuestro guía).
Pues allí estuvimos como 15 min. para que nos explicarán como se iba al Mena House a pie (porque ya nos negábamos a coger otro taxi). No había manera de entendernos porque ya aquello en inglés no lo sabían decir. Sólo entendíamos que era hacia mano izquierda y justo en el lado opuesto de donde nos encontrábamos. No sabían calificar si andando era mucha distancia o no, puede que sí puede que no. Bueno, estaba claro que de allí nos teníamos que ir. Y eso fue lo que hicimos, nos despedidos de los guardias (que se estaban partiendo el culo de nosotros) y cogimos como nos dijeron hacia la izquierda.
De pronto dos caminos (la ley de Murphy) uno pequeño y otro grande. Yo empecé a decir
-Seguro que el pequeño es un atajo….-.
Mi marido que me conoce y sabe que en cuestión de orientación soy un cero patatero puso una cara como de “a mi mujer ni caso”, pero como luego tengo don de convicción los convencí y cogimos por allí.
Era un camino de tierra franqueado por unas cuantas casas de adobe.
Salió un chico de esas casas y nos preguntó si buscábamos la entrada de las pirámides, yo contesté
-Mena House, Mena House!!!-.
El nos soltó una parrafada que yo entendí como que él nos acompañaba a cambio de dinero. Me negué pero intuí que el chico nos veía más perdidos que perdidos y deduje que por allí no era. Volvimos hacia atrás y cogimos el camino de la gran avenida.
Anduvimos como veinte minutos, mientras mirábamos el paisaje desolador de lo que nosotros atildamos como barrio muy pobre. Nos íbamos encontrando a gente (poca) que nos miraba de arriba abajo. A pesar de ello yo me acercaba y les decía -¿Mena House?- y ellos me indicaban que íbamos por el camino correcto.
Llegó un momento que divisamos una gran avenida perpendicular a la nuestra por donde empezaban a subir autocares de turistas. Ahí fue cuando dedujimos que ya nos estábamos acercando a la entrada correcta. Subimos está última avenida y ya vimos el hotel y el cordón de seguridad que estaba cerrado con los autocares haciendo cola (no había muchos) y al final (principio de la entrada) a cuatro turistas a pie esperando.
De pronto estos turistas se giraron y gritaron
-Ehh!!!! aquí, aquí, aquí estamos!!!!-.
Creo que sólo les faltó decir aquello de “España, España!!!”.
Qué alegría al verlos, eran nuestros cuatros compañeros valencianos que estaban en nuestro mismo hotel y que también venían a ver Keops.
No os podéis imaginar la estampa: ochos españolitos con nuestros bolsitos y mochilitas, nuestras cámaras de fotos con mi trípode incluido y nuestras ocho bolsitas con nuestros ocho desayunos (os suena verdad, ja, ja, ja).
Todos gritando, todos queriendo explicar nuestra peripecia antes de llegar allí!!!!
Empezaron ellos y nos contaron lo siguiente (a ver que os parece): salieron del hotel en un taxi. Le dijeron al taxista que les llevará a la entrada a las pirámides de Giza. Cuando llegaron a la entrada era un sitio cutre donde unos maromos les aporrearon el coche. Allí no se veía ni las pirámides ni nada. Se jiñaron y le dijeron al taxista que les devolviera al hotel. Por el camino se acordaron de que el guía les dio su número de móvil por si pasaba algo y entonces le llamaron. El guía habló directamente por el teléfono con el taxista y éste ya les llevó al Mena House”.
Se confirmo mi teoría: el guía en ningún momento nos había informado de que entrada había que ir. Vaya tela, vaya tela!!!!!
Eran ya sobre las 7.00 de la mañana. Hasta las 7.30 h. no dejaban entran. Nos quedaba media hora y decidimos todos tomarnos allí los desayunos ahora que ya estábamos tranquilos y en compañía conocida.
Levantaron el cordón de seguridad y aunque éramos los únicos turistas que entraban a pie teníamos la desventaja de que si nos adelantaban dos o tres autocares quizás ellos agotarían las 150 plazas que había para poder entrar por la mañana a Keops. Ni que decir que salimos corriendo.
Pagamos la entrada al reciento (ya nos daba igual si la tenía que pagar el guía o quien) y nos metimos dentro. Estábamos muy contentos, lástima de día o de hora…..
Pero era lo que había. Nos fuimos directos a la taquilla que estaba al lado de la Gran Pirámide y compramos nuestros tickets. En la entrada a la pirámide me vieron la cámara (dentro de la funda) colgada al cuello. Me hicieron ir a la taquilla de Keops a dejarla. Un consejo: llevarla dentro de una mochilla y os ahorrareis las molestias de tener que volver a ir. Entramos….. que os voy a explicar…… pasadizos estrechos por donde tienes que ir algo agachado (pero vamos, no ha cuatro patas). Hay una especie de barandilla para cogerte y luego para que el suelo no resbale hay maderitas que hacen forma de escalones. Al final una sala con resto de lo que fue una tumba de piedra. No hay nada más. Entrar en Keops es más por lo místico, el decir yo estuve allí, o por ver el interior de una pirámide que por lo que hay que ver (bueno en Keops y en casi todas las pirámides). O quizás yo no supe apreciar el valor que tienen por dentro las pirámides. Eso sí, por fuera y como construcción es LA LECHE!!!
Cuando estábamos dentro de la cámara funeraria la otra pareja nos comentó que llevaban la cámara de fotos dentro de la mochila. Estuvimos mirando y vimos cámaras de video-vigilancia (aunque no se yo quien se encargará de hacer el seguimiento) que al final nos persuadió de hacer fotos. O sea que del interior no tenemos nada.
Salimos, tengo que decir que cómo fuimos los primeros al salir no nos encontramos con tráfico de personas que bajaban y no tuvimos ningún problema de agobios. Recogí mi cámara e hicimos las pertinentes fotos por el exterior de la Gran Pirámide.
Entonces fue cuando el guía llamo al móvil de uno de los chicos valencianos para decir que ellos ya estaban dentro e indicarnos donde estaban aparcados para reencontrarnos todos y así empezar la explicación. Y así lo hicimos. Nos encontramos con el resto del grupo y esperamos a que unos compañeros acabaran de salir de Kefren que era donde había entrado la mayoría de nuestros compañeros. Nosotros decidimos no entrar. El guía nos pagó la entrada al recinto. Nosotros no comentamos nada de todo lo que nos pasó.
Tuvimos la explicación y tiempo para hacer fotos al exterior de Kefren. Luego tomamos el autocar y nos llevó a un mirador. Qué decepción, allí no había Dios que hiciera una buena foto.
Luego nos llevaron a ver la Esfinge, ella sí que no fue una decepción si no todo lo contrario, me dejó prendada, qué cosa más bonita!!!
Y ya luego nos fuimos. La visita es un poco rápida la verdad. No nos invitaron a visitar el museo de La Barca Solar o acercarnos a la Pirámide de Mirecinos….. pero si os digo la verdad hasta que no llegué a Barcelona y revisé las fotos no me di cuenta.
Otros compañeros en vista de las malas fotos que sacamos volvieron por la tarde pero me dijeron que vieron lo mismo y en cuanto a la bruma seguía igual. Nosotros no volvimos porque ya teníamos destinado todo el tiempo que nos quedaba en El Cairo para ver otras cosas, quizás en otra ocasión.
Pero ¿sabéis porque realmente la visita fue rapidita?, porque luego nos esperaban en la tienda de los perfumes. No os he comentado ninguna de las tiendas a las que nos llevaron durante nuestro viaje. No se si me acordaré de todas pero estuvimos en la de los pergaminos, la de abalastro, la de las alfombras, la del oro, la del perfume……. una vergüenza la verdad, pero claro como allí iba la family comprando diestro y siniestro pues el guía se animó a llevarnos a una, a otra y a otra.
Nosotros fuimos a la tienda de los perfumes porque el guía nos había dicho que quien no quisiera ir a comer con él y la family les pondría un taxi al hotel. Luego por la tarde ellos habían quedado para hacer la visita nocturna a la ciudad, la cena y el espectáculo de Los Derviches.
Después de la explicación del jefe de la tienda de los perfumes nos levantamos y nos dirigimos donde estaba el guía que era en otra sala de la tienda y le dijimos que nosotros ya nos íbamos al hotel, entonces nos llamó a un taxi.
Mientras venía el taxi le comenté de forma muy educa y prudente (creo que fui muy generosa)
-Para la próxima vez que tengas que quedar con alguno de tus turistas en Giza te voy a dar un consejo: diles que es la entrada del Mena House para que no les pase como a nosotros que el taxista nos llevó a la otra entrada-.
-A sí, ja, ja, ja, debéis haber cogido el único taxista idiota de todo El Cairo que no sabe cual es la entrada principal-.
Bueno!!!!!!!!!!!!!!!!! Lo que me acaba de decir este tío!!!!!!! Alis contrólate!!!!!!
Que hijo de su madre, se ríe y no es capaz de interesarse por si nos había pasado algo!!!!!
-¿El único taxista?!!!!, ¿es por eso que los valencianos les ha pasado lo mismo y les ha dado miedo bajarse del taxi y se han dado media vuelta y te han tenido que llamar?, qué causalidad o ¿es que su taxista también era idiota? !!!!!-.
En ese momento el siguió hablando diciendo no se qué y reafirmándose en lo suyo. No le pude escuchar porque mi marido me cogió y me dijo:
-Ya está, déjalo no ves que no vale la pena, tú eres una mujer y nunca te va a dar la razón….-.
-!!!NO, NO LO DEJO, QUIERE LLEVAR RAZÓN CUANDO NO LA TIENE Y PUNTO Y FINAL!!!!-.
Y en ese momento se calló todo el mundo y al minuto apareció el taxista.
Yo estaba muy enfadada y era evidente. Cogí mi bolso y sin mirarle me dirigí a la puerta. Entonces él se me acercó y me dijo
-Lamento el mal entendido y tomo nota para que no me vuelva a pasar-.
Y sin decirle nada abrí la puerta y me fui.
Tomamos el taxi dirección al hotel………. por cierto habéis ido por El Cairo con un taxista que conduce descalzo, ja, ja, ja.
Pues sí, como os lo cuento, nos montamos en un taxi destartalado con un conductor mayor que conducía descalzo. Mi marido que se sentó delante con él, fue quien nos lo advirtió y le dijo
-¿Qué jabibi esta mal la cosa, no?, el sueldo ¿no llega ni pa chancletas?…-.
Y todos muertos de la risa incluido el taxista que no entendió nada, pero que se quería hacer el simpático. Este hombre estaba un poco pa lla, se debió equivocar en algo y él mismo se dio un bofetón en la cabeza y claro nos quedamos parados. El se rió y como nosotros sonreímos se imaginó que nos hizo gracia y se pasó todo el viaje dándose golpes en la cabeza para que nos riéramos. En fin, llegamos a nuestro hotel y nos bajamos, eso sí, nos enseñó un billete queriéndonos decir que el guía le había dado muy poco y que como había sido tan simpático nos estiráramos nosotros. Lo tenía el pobre claro, lo único que le dimos fue la despedida
-Adiós jabibi-.
Cómo no era muy tarde decidimos que en vez de comer y luego ir a ver el Barrio Copto (como allí casi todo cerraban sobre las 16.00 h.) mejor ir primero del tirón al Barrio Copto, aunque luego comiéramos algo tarde.
Y así lo hicimos. Una vez listos cogimos el metro en Sadat. Bajamos a la estación y nos dirigimos a las taquillas. Allí la gente no respeta mucho eso de la confidencialidad y todos están en la cola unos encima de otros. Me tocó mi turno y le grité
-Mari Girgis-.
Y me contestó en inglés (curioso no!!). Pagamos y listo. Bajamos las escaleras mecánicas y en el andén ya advertimos lo que me explico un forero. Los vagones delanteros para mujeres, el resto para todos. Cuando llegó el metro vimos como en los vagones de las mujeres, éstas iban sentadas y bien acomodadas, y en el resto, o sea donde nos metimos nosotros, la gente iba como sardinas en lata.
Caray como son estos egipcios!!!, deben ir más salidos….. les da igual que tu vayas con tu pareja, ellos te miran de arriba abajo, de abajo arriba, te clavan sus ojos, te sonríen como con ganas de cachondeo…… me tuve que hacer la loca (cosa que no va conmigo) para tener la fiesta en paz.
Llegó nuestra parada y nos bajamos. Pasamos el ticket por el torno de salida (no tiréis nunca el ticket) y nos dimos de cara con el Barrio Copto. La verdad es que es una parada fantástica porque te deja en la misma calle y desde el centro son sólo cuatro paradas, con lo cual es rápido y para ver aunque sea solo una vez el metro está bien.
El metro te deja en la calle principal. Tú te mueves un poco a la derecha y entras directamente en la Iglesia Colgante. Es bonita, nos sentamos en los bancos para observar sus techos, sus paredes, su mobiliario, sus imágenes……. cuando se nos acercó un sacerdote y nos señaló el suelo. Caray había un cristal y se veía un subsuelo, la iglesia estaba colgando!!! Ja, ja, ja, este hombre debió pensar “como no avise a estos catetos que lo más interesante está en el suelo se van a ir sin descubrirlo”. Nos indicó que lo siguiéramos y nos dio una vuelta por la iglesia, sin hablar eso sí, y luego desapareció.
Salimos y pasamos delante de la Torre Romana (vaya, porque lo ponía en la guía, que sino no te enteras…), el Museo Copto y nos metimos en la Iglesia de San Jorge. La pareja de madrileños pararon en un chiringuito a hidratarse mientras nosotros entramos en la iglesia. También muy bonita.
Salimos y seguimos nuestro camino (que era la misma calle todo el rato) buscando el Convento de San Jorge y no había manera de encontrarlo. Según la guía estaba todo junto y en la misma calle.
-Bueno pues será más arriba- dije yo.
Seguimos hacia arriba y por allí no se veía nada parecido a lo que buscábamos, eso sí nos encontramos con unas tiendas de anticuarios que las estuvimos mirando. Traíamos una coña con el siguiente temita: en una de nuestras conversaciones se dio el caso de hablar sobre roncar, yo les expliqué que hay una “leyenda” que dice que si pones debajo de la almohada de la persona que ronca una llave antigua deja de roncar. Y entonces la otra parejita estaban buscando la llave, ja, ja, ja, pero era muy cara, no se si se debían pensar que eran de la época faraónica o qué!!!!
Bueno, a lo que vamos, volvimos nuestros pasos hacia atrás y otra vez estábamos sobre la entrada de la Iglesia de San Jorge. Entonces allí decidimos que si no era hacia arriba sería hacia la derecha bordeando la manzana.
Empezamos a caminar y allí lo único que había era la pared lateral de uno o varios cementerios. A mi ya me salía en la guía el cementerio, pero en otro lado………. bueno chicos que estábamos más perdidos que perdidos.
Después de andar un buen rato por una calle desierta encontramos dos policías. Le preguntamos por la entrada al barrio y entonces…..sorpresa!!! Se levantó uno y nos indicó que nos acompañaría……. caray cuanta molesta!!!!
¿Caray cuanta molestia?? ………..resultó que tuvimos que pasar por una especie de poblado chabolista, fue impresionante.
Lo primero que vimos fue una montaña de basura donde estaban los niños buscando comida o algo para poder jugar. Cuando nos vieron intentaron venirse para nosotros, pero el policía les hizo una señal de que nos dejaran en paz (por eso nos acompañaba, porque ese buen hombre pensaría que si íbamos nosotros solos no llegaríamos vivos a ningún lado). La cuestión es que se acercaron unos tres o cuatro niños y nos pidieron caramelos (esta vez no fue dinero). Como yo llevaba les di alguno, pero pocos, porque entonces me cogió mi marido y me dijo
-¿Pero tú que quieres que se nos peguen todos los niños del poblado?!!!!-.
Y lo dejé, me supo mal porque llevaba un montón de caramelos pero hay que reconocer que mi marido llevaba razón.
Cuando ya estábamos saliendo de allí (yo iba la última) alguien a mis espaldas con una vocecilla tímida me gritó de lejos
-Hello!!!!-.
Me giré y a lo lejos había una niña muy muy sucia de unos 5 añitos. Ella me sonrió y dijo adiós con la mano.
Entonces miré a mi marido y vi que no se había percatado de la situación, ni él ni la otra pareja ni el policía. La niña estaba algo lejos para darle nada y entonces le dije con la mano que me mirará. Me agache y deje en el suelo todos todos todos los caramelos que llevaba en el bolso y entonces le dije con la mano que viniera por ellos. Yo empecé a caminar para reagruparme con los míos que se me escapan. Entonces fue cuando la volví a oír otra vez que me gritaba
-Hello, hello, hello!!!!-.
Me giré y ahí estaba agachada en el suelo intentando recoger todos los caramelos y con una cara de sorpresa inmensa. Su hello, hello, hello me sonó a gracias. Y a mi me encantó.
Quizás cuando pase tiempo no recordaré bien como era tal museo o tal iglesia o tal templo, pero os aseguró que la imagen de esa niña en el suelo con los caramelos y con una sonrisa no se me olvidará nunca.
Y bueno ya llegamos, caray!!!! Si ahora que miro bien la guía veo que pone “entrada subterránea” ahora sí, ya vemos las escaleras que nos llevaría a ese barrio pequeñito donde está el Convento de San Jorge, la Iglesia de San Sergio, la Iglesia de Santa Bárbara y la Sinagoga de Ben Ezra. Y por supuesto una enorme tienda de souvenirs que está muy pero que muy bien y las paraditas de venta de fotos muy bonitas.
La verdad es que todo el recinto se ve bastante rapidito.
Volvimos a coger el metro y volvimos a Midan Tahrir.
Como era algo tarde para comer, entramos en una especie de Mcdonals árabe que había en la misma plaza. Otra vez nos sorprendió lo barato que era comer allí. Acabamos de comer que serían sobre las 17.00 h. La otra parejita estaba reventada (acordaros del madrugón…) y nos dijeron que ellos se iban a descansar un rato hasta la hora de la cena. Era algo muy comprensible, pero yo no puedo estar en un país extranjero donde hay mucho que ver y meterme a las 17.00 en el hotel. Me pongo de los nervios.
Cuando se fueron le comenté a mi marido porque no nos íbamos a Kan Kalili (aunque lo teníamos previsto para ver el día siguiente). Mi maridín que es un sol, después de resoplar unas cuantas veces me dio el ok.
-¿Cómo vamos hasta allí?-.
-En metro, lo tengo todo controlado, hacemos cambio de línea y nos deja muy cerca-.
Controlado!!! Dios mío lo que nos pasó!!!!
Cogimos el metro en la misma plaza, en la parada Sadat. Según mi callejero “Cartograhia the map expert” en El Cairo habían dos línea de metro que se ínter seccionaban en la parada de Ataba.
Nosotros muy decididos nos bajamos en la parada de Ataba para hacer el cambio de línea. En el anden empezamos a buscar por donde se iba a la otra línea del metro (la mitad de vosotros ya os estaréis partiendo el culo, verdad???). No vimos nada. Conclusión: habría que salir al vestíbulo, volver a comprar tickets y entrar otra vez por otro sitio. Vale, era algo previsible, no van a funcionar todos los metros del mundo como los de tu ciudad…..
Salimos, pasamos los tornos, vamos a taquilla, le grito al amigo
-Al-Azhar-.
(Que era el nombre de la parada donde teníamos que bajar) y nos da nuestros tickets.
Entonces empezamos a buscar la otra entrada……… venga mirar, venga mirar y no veíamos ninguna……..
Le preguntamos a una especie de guardia del metro, que estaba en una esquina sentado, si para nuestra parada teníamos que entrar por una entrada que le señalábamos (la entrada por la que salimos…. me seguís, no???). Nos indicó con la cabeza que sí.
Mi marido me dijo
-Pero si por ahí acabamos de venir y no había nada….-.
-Se nos habrá pasado algo por alto y no lo hemos visto, vamos a bajar y lo volvemos a mirar-.
Volvimos a bajar…… miramos por un lado……… por el otro…….. y allí sólo se veía la línea de metro que habíamos traído.
Por cierto, en esos momentos uno piensa DONDE ESTAN LOS DEMAS TURISTAS!!!!! No sé, entre turistas siempre te ayudas, no?? Éste fue el momento donde empecé a creer en una teoría que ya os explicaré más adelante…..
Bueno, a lo que iba, allí no había ninguna posibilidad de cambiar a ninguna otra línea de metro y a nadie a quien preguntar (que conste que gente había mucha, pero me refiero que nos pudiera ayudar).
Volvimos a subir, vimos al guardia de antes (al que nos había indicado que era por allí) que estaba justo de espalda a nosotros. Empezamos a llamarle
-Ssssisssii sssissssi, hello, jabibi…-.
También hicimos infructuosos aspavientos con los brazos, pero el jabibi no se daba por aludido (si es que tenía su lógica, estaba de espaldas a nosotros…..).
Decidimos salir. Me volví a dirigir a él, le volví a preguntar lo mismo y entonces…….. me dice con gestos, que no habla inglés y que no me entiende…………. JOER!!! Y ANTES QUÉ!!!! O sea que me había dicho que sí como me podía a ver dicho que no. Ahí queda eso!!!
Decidimos pasar del jabibi, y nos dirigimos a la taquilla a ver si ellos nos saben indicar. La cuestión es que todo era muy raro.
-¿Qué te han dicho?-.
-Que no-.
-¿Pero que no, qué?-.
-Que no, que no……-.
Entonces vimos un pasillo donde había un montón de indicaciones con flechas (o eso creo recordar), al estilo de indicativos de las salidas y los nombres de las calles a las que daban. Nos plantamos allí delante con el súper plano (que era grande, no uno de estos que te dan en los hoteles o viene en la guía, no, uno cartográfico como ya os he dicho antes..). Bueno, pues allí estábamos con el plano abierto de par en par y mirando los nombres de los indicativos, para situarnos. Y entonces viene un egipcio que se para a nuestro lado……. mete su cabecita en nuestro plano……….y nos mira…….. vuelve a mirar el plano…….. y nos vuelve a mirar a nosotros (surrealista total, de película de Hermanos Max).
Yo miré a mi marido y él me hizo un gesto de “¿y este de donde narices se ha caído?” ja, ja, ja (en ese momento no me reía claro….).
En fin, yo vi una oportunidad de oro. Sin mediar palabras, ninguno de los tres, le señalé con el dedo en el plano la parada de metro de Al-Azhar. A todo esto, en diez segundos, ya no sólo éramos tres personas rodeando un mapa, sino siete!!!! Entonces el jabibi empezó a hablar con el resto de las cuatro personas. Se tiraron hablando un rato entre ellos (parecía una discusión, la verdad) y al final se callaron y nos dijeron todos con la cabeza que NO!!!
Entonces le pregunté porque “no”……….., y sólo me dijeron “no”!!!.
A esto, ya súper cabreada le dije
-Please, ¿because no? it’s close, it’s break, it’s reformation?.....-.
(Como veis mi inglés es de lo más básico que puede tener uno…. ja, ja, ja).
La respuesta volvió a ser “no”. Pero un no, de ir acompañado del típico gesto de hombros de “no sé, no contesto”, pues igual. Y acto seguido desaparecieron todos.
Al final mi marido me dijo
-Mira si salimos por aquí, según los carteles, salimos a una plaza que tiene cerca la calle Al-Azhar, y toda esta calle para delante va a parar a Kalili y así nos dejamos de historias…..-.
Y así lo hicimos, nos dispusimos a subir las escaleras y a dejar atrás la maldita estación de metro. Cuando al llegar arriba nos encontramos una ENORME PLAZA REPLETA DE EGIPCIOS COMPRANDO Y VENDIENDO.
Dios mío, allí no sabíamos ni por donde empezar para buscar la calle que nos llevaría al Kalili. Es que la explanada era inmensa (luego vimos que era Azbalia Gardens o algo parecido). Lo que allí había montado era como un mercadillo en el suelo mismo y cientos cientos de personas allí metidos.
Mi marido y yo nos miramos como no teniendo muy claro lo que teníamos que hacer. Anduvimos un poco por la calle que nos quedaba más próxima, pero sin saber que calle era porque no tenía el nombre puesto. Era algo caótico, todos los egipcios nos miraban como bichos raros, de turistas ni uno!!! de policía turística, ni uno!!
En ese momento no se nos pasó por la cabeza de coger un taxi porque teníamos el convencimiento de que no estábamos muy lejos y que encima era fácil, sólo era cuestión de encontrar la calle adecuada.
A todo esto después de andar un rato sin saber muy bien lo que hacíamos Dios se apiado de nosotros!!! Cómo una aguja en un pajar, pues así fue como vimos a un señor egipcio caminando hacia nosotros. Muy educadamente nos preguntó si estábamos perdidos y a donde queríamos ir, le indique que buscábamos Kalili y nos dijo que él nos acompañaría un trozo. Todo lo que habíamos andado lo habíamos hecho en dirección contraria a nuestro destino. El hombre nos preguntó cómo habíamos ido a parar allí. Le explique toda la historia. Me dijo que le enseñara el mapa y así lo hice. Lo miró y me dijo, (atención chicos) ESTA SEGUNDA LINEA DE METRO QUE VIENE EN EL PLANO NO ESTA AUN CONSTRUIDA!!!!!
OSTRAS!!!! NO ME JOROBES!!! Sin comentarios…… La línea estaba proyectada pero aún no estaba construida. Con razón la gente no entendía nada cuando le enseñábamos el mapa, pobre gente…..
Este buen hombre nos acompañó unos veinte minutos caminando a nuestro lado (a mí me daba hasta vergüenza por las molestias que se estaba tomando…). Llegado a una calle nos dijo que él ya nos dejaba, pero que al final de la calle donde estábamos encarados estaba Kalili. En ese momento yo me dispuse a abrir el bolso para darle dinero (era obvio que se lo merecía) y me dijo que no, sonrió y se fue.
Era un hombre mayor, curtido, educado y culto, me pareció que había viajado y que se identificó con nosotros. Fue agradable ver a un egipcio no actuar por un interés económico, si no por el simple hecho de ayudar a alguien que estaba perdido. Chapo por él.
Bueno, nosotros a paso ligerito anduvimos como otra media hora. Los ojos se me llenaban de imágenes, toda aquella calle estaba llena de tiendas para ellos, vi sobre todo tiendas de ropa para la casa, vi unas cortinas que si no hubiera sido por la situación hubiera entrado en la tienda a preguntar cuando costaban, ja, ja, ja, cómo somos las mujeres, vemos cualquier ocasión para nuestras cositas….. pero estaba claro que mi marido no estaba por la labor, ja, ja, ja.
Al final, al final, al final, llegamos a Kalili, impresionante la odisea que tuvimos que pasar. Cómo comprenderéis cuando llegamos se nos había quitado la ganas de comprar nada y mucho menos de entrar en tiendecitas y regatear y estas cosas, con lo cual decidimos ir directamente al Jordi.
Esto fue muy fácil, todo el mundo sabe donde está, además su grito de guerra es
-Yo más barato que Jordi!!!!!-
-Yo soy Jordi!!!!-.
Llegamos a arriba y la tienda estaba llena de gente, con lo cual le dije a mi marido que nos sentáramos un rato en un banco que tiene delante de la entrada a ver si se despejaba y de paso nosotros descansábamos. A los cinco minutos vino Jordi y nos dijo
-¿Queréis tomar un refresco?-.
Y mira que yo no suelo aceptar estas cosas, pero dije un SI muy rotundo.
Al lado mío sentado tenía un muchachito alemán al que también le ofreció el refresco y el pobre chico dijo que sí. Caray, falto tiempo para que su padre saliera de la tienda a echarle una bronca. Cuando el hombre acabo de hablar, le dije en inglés que no pasaba nada, que el refresco era gratuito y que era una costumbre del país. El hombre de dijo que iba lista si yo me pensaba que luego no me iban a cobrar más por el hecho de habérmela bebido. Yo le conteste que después de beber mi bebida entraría en la tienda y si no había nada que me gustará me iría tranquilita a mi casa. Alemanes, que carácter!!!
Uh!!! Qué rica y fresquita estaba la Coca-cola. Al final se despejo la cosa y pudimos entrar tranquilamente a la tienda. De hecho nos quedamos solos con el Jordi y estuvimos hablando con él de nuestra peripecia. La verdad es que el hombre es más bien seco….. ¿quizás como los catalanes?….. ja, ja, ja, pero nos indicó (para el día siguiente) donde podíamos comer y todo. Después de mirar la tienda nos dijo que si queríamos otras cosas, como ropa por ejemplo, que tenía otras tiendecitas en el pasillo (bueno o son suyas o tendrán un acuerdo con él para decir que son de él y luego les pasará la comisión). Nos dimos una vuelta por ellas y al final no compramos nada, más que nada porque como sabíamos que volveríamos ya lo haríamos todo junto.
Después de esto cogimos un taxi de vuelta al hotel. Cuando llegamos llamamos a la parejita de madrileños. Se acaban de despertar de la siesta. Quedamos para cenar con ellos y otra parejita en el vestíbulo. Nos pegamos una duchita y nos arreglamos para ir a cenar al Felfela. Me parece que hay más de uno de estos restaurantes en todo El Cairo.
Estuvo bien la cena, la comida buena y el local es bonito, ambientado en un jardín. Tuvimos un camarero muy cómico (al estilo de Mr. Bean) que nos hizo reír. Luego ya nos fuimos a descansar, por que como os imaginarais estábamos más que reventaos.
Al subir a la habitación me asomé al balcón…….. El Cairo de noche, luces, coches, ruido, más luces……….
Y este ha sido el relato de nuestro noveno día en Egipto. Buenas noches……Estadísticas: Publicado por Alis — 20 Sep 2008, 18:38
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