Por fin he podido ir a ver AGORA!!! Iba siendo hora. Me ha encantado.
Por fin una película que se ciñe casi al 100% a lo recogido por la historia. He revisado todos los datos disponibles en internet sobre Hipatia y los otros protagonistas (Teon, Orestes, Cirilo, Sinesio, etc.) encontrando que el único, digamos imaginario, es el esclavo Davo.
También, por fin una película en la que no hay que soportar escenas de sexo o de cama. La posible relación de Hipatia con Orestes, está tan bien cogida y apenas insinuada, que no hace falta verlos dandole al que te pego en un tálamo griego. Y, digo griego, porque a pesar de que todo transcurre en Egipto, todo el pensamiento y comportamiento es absolutamente griego, unos 800 años después de la llegada de Alejandro Magno al trono de los faraones. Un detalle, la historia de los esclavos de Teón e Hipatia, en Kemet no hubo esclavos hasta las dominaciones extranjeras (tampoco había dinero).
Para mi gusto, de las mejores cosas es el haber tenido el valor de plasmar la realidad del "cristianismo" de la época, encarnado principalmente en el espíritu fanático de Cirilo tanto en lo religioso como, el más importante, afán de poder político. Vaya ejemplo de Santidad. Hoy, si el clero cristiano (copto, católico, protestante, etc.), tuviera un poco de vergüenza, no sólo debía borrarlo del santoral y de Doctores de la Iglesia, sino que debería pedir perdón y flagelarse públicamente. Claro que si lo hace, la historia nos enseña que a lo largo de los siglos ha habido un montón de "Cirilos".
Me he salido del tema egipcio, la película también lo hace, sólo es cierto que la acción tuvo lugar en ese maravilloso país, pero aquéllo ya no era Kemet. Claro que ha sido un buen gancho comercial, todos los marketinianos saben lo que mola Egipto y que Grecia no es de lo más comercial, demasiada filosofía.
Saludos, Santiago