Estamos llegando al templo, no se ven transportes por allí, estupendo, estupendo. Pero si veo la avenida de las Esfinges y me parece a mi que eso no lo abren ni de coña en marzo, bueno pueden abrirlo pero no está terminado, vamos a no ser que corran mogollón y no veo yo el asunto
Sayed aparca lo mas cerca posible de la entrada con el loable fin de que no me asalte nadie, aquí no te venden nada te piden dinero directamente, pero vamos en esta ocasión no se me acerca nadie, mi saladino viene a sacar la entrada y a dejarme en la mismísima puerta. Le digo que no hace falta que me esperen, estoy a un paso del hotel y no es necesario que estén allí hasta que yo salga, como el que oye llover

, que no y que no, que ellos están allí hasta que yo salga y me llevan en la van, que faltaría mas, y no insisto porque se que es inútil, se toman muy a pecho eso de no dejarme ni a sol ni a sombra y a mi me da cosa porque pienso que se tienen que aburrir, pero mi saladino dice que no es así y que están haciendo su trabajo. Así que nada, para dentro que voy con la esperanza de no encontrar demasiada gente, bueno en realidad espero no encontrar a nadie
Casi salgo a la carrera a la explanada de la entrada del templo, no veo a nadie ¡bien, bien!
Corro a saludar a mi Ramses "
Ramses, Ramses, ya estoy aquí, he vuelto, he vuelto" y me caen los lagrimones a los pies del coloso que me mira
"¿ya estás llorando otra vez? pero si tienes que estar feliz. Seca esas lágrimas o te emplearé de plañidera" 
y sonríe mientras yo voy de un coloso a otro corriendo a lo tonto, son los nervios, la alegría y la felicidad que ponen alas en mis pies, es Kemet que me corre por las venas y no me deja parar quieta. Evidentemente, esto es amor ¡anda que no!
Tras ese pensamiento me río yo sola (estoy muy chalada ya lo se

) y procuro calmarme un poco y empezar a estudiar. Lo consigo a medias y empiezo con las escenas de Qadesh de los pilonos, quiero verlas bien y para eso utilizo el tele de la cámara, también me sirve para hacer fotos en detalle. Las escenas están tan llenas que tengo que pasarme un buen rato para intentar ver todo, menos mal que me las llevo y luego en casa podré estudiarlas con mucho mas detenimiento y mas cómodamente porque ahora me está entrando torticolis.
Entro y lo primero que hago es buscar la imagen de Nefertari en el pilono, no me canso de verla desde que la descubrí la vez anterior, pero esta vez apenas se distingue, debe ser cosa de como le da la luz. Por mas que lo intento la veo fatal ¡demonios!

¡Vaya! aquí entran unos lugareños, parece que se han aficionado a visitar los templos, o lo mismo es que antes no se los veía entre tanto turista, que todo puede ser.
Me doy cuenta que las obras de restauración que están haciendo en el lado derecho han avanzado considerablemente, antes estaban casi pegadas a las capillas de Tutmosis III y ahora ya han pasado a la parte del patio de Ramses. Bueno pues me voy a buscar la representación pequeña de Nefertari que encontré el último viaje por casualidad, quiero fotografiar al escena entera porque en la anterior ocasión, con la emoción de ver a la reina, solo la saqué a ella de diversas formas y enfoques. Recuerdo que está en el muro de la derecha de las capillas de Tutmosis III pero no el sitio exacto ¡por la bufanda de Anubis! no la encuentro

, no puede ser ¿que me pasa hoy que no encuentro ni veo nada? Me pongo en plan explorador, mirando palmo a palmo el muro, de paso me doy cuenta de lo mal que está y me entra mucha tristeza
"encima que no encuentro a Nefertari ahora me va a dar por ponerme mustia. Si es que soy tonta" me digo a mi misma, y me dejo de lastimas y sigo la búsqueda. Por fin la encuentro, el problema como siempre es mi incapacidad de orientarme, resulta que yo estaba convencida que estaba practicamente pegada a las capillas y no es así, está mas adelante
Al fin he dado con ella, ya estaba un poquito de los nervios. Me encanta la representación de la reina, y aunque ya la tengo yo creo que de todas las formas posibles, vuelvo a hacerle varias fotos, no lo puedo remediar

Pero por fin pongo atención a la escena en si, la reina está al final de una procesión de ofrendas, y tras ella hay un texto que imagino cuenta lo que es la escena, por lo tanto me maldigo por mi inutilidad para leer los jeros
"Hasta luego Nefertari, tengo que seguir recorriendo el templo, tengo que saludar a Ramses que solo le he dicho hola así de paso. Te veo mas tarde" y con esto consigo despegarme de la escena. Me meto de lleno en el patio de Ramses y me salto la parte de los andamios, por muchas vueltas que doy soy incapaz de meterme entre ellos para mirar salvo que quiera que me caiga algún capazo o cubo en la cabeza y no estoy por la labor

Me pongo a fotografiar a mi Ramses haciendo ofrendas a Amón, Mut y Min, y en su carrera ritual
"¡que guapo Ramses!" 
suspiro sin poder remediarlo, y son unas escenas tan bellas que me tiro la torta mirándolas. Me doy cuenta que en la parte inferior hay una de las escenas de procesión de príncipes y princesas que tanto me gustan, son unas representaciones preciosas, pensaba que tras ver la de la tumba de Kheruef las demás no volverían a parecerme lo mismo pero no es así, me siguen pareciendo tan maravillosas como siempre
Me acerco a saludar a mi Ramses, no me cansaré nunca de mirar estos colosos, ni me cansaré nunca de hablar con ellos, ni de emocionarme, ni de sentirme pequeña pequeña. Así que me siento en un ladito para contemplarlos tranquilamente, mientras me pierdo con la mente por entre las columnas, y oigo al faraón y a su reina que también está aquí "
los que no aprecian esto, los que solo pasan corriendo, los que solo ven "unas estatuas", no saben lo que se pierden" 
digo en voz alta mientras un guarda que andaba por allí me mira con sobresalto porque no me había visto y de repente se encuentra con una tía en el suelo hablando con los colosos
"Que bien se está aquí, que bien se está en casa, que bien sin que nadie me interrumpa, sin oír voces, ni risas, ni nada mas que la historia. Que bien estoy", pero me empieza a doler un poco el kuku, además me debo estar poniendo perdidos los pantalones, porque estoy girando por el suelo sobre ellos (lógicamente) porque quiero mirar a todos lados

(los tuve que mandar a lavar). Por fin me levanto y voy en busca de otra escena que quiero fotografiar, el viaje anterior no fui capaz de dar con ella y, aunque la tengo desde 2007, quiero hacer una toma en que se vea mejor. Se trata del "plano" de la fachada del templo. Esta vez llevo un mapa que señala donde está y, milagrosamente, me oriento y encuentro la escena

y la fotografío tan ricamente.
Me voy para la parte de Amenhotep III y, al pasar por la Gran Columnata levanto la vista porque me parece oír algo, y me quedo sin respiración porque se me ocurre que las columnas están sujetando el cielo

, ya se que es una cosa mía pero es lo que siento y veo en este momento, y los lagrimones se me caen como de costumbre.
El Gran Patio de Amenhotep está vacío, parece que los lugareños se han ido o por lo menos no están a la vista, sin embargo veo a los guardas por allí al fondo, creo que no me habían descubierto hasta que el otro me ha oído mientras estaba con los colosos de Ramses, esperemos que no se animen a venir a darme la paliza que estoy haciendo una visita la mar de tranquila. Pensaba sentarme un rato aquí en medio pero mejor sigo con la visita que veo a los guardas ponerse en movimiento y me temo lo peor, voy a ver si les doy esquinazo. ¡Hala ya me ha alcanzado uno!

me hago la sorda con mucha soltura, pero el hombre es muy pesado y quiere que entre al Museo al Aire Libre
"si hombre, para que pretenda explicármelo y luego pedirme propina. Que no es por la propina, es porque no quiero tener a nadie pegado a mi" hago caso omiso y como insiste le digo que no, que ya iré después y me voy por otro lado.
Llego a la capilla del nacimiento de Amenhotep III ¡por la bufanda de Anubis! aquí también han avanzado en los trabajos de restauración, muy bien porque se ve que hacen cosas pero muy mal porque los andamios están justo en el muro donde está mi escena favorita, la Teogamia

Ya tengo la escena mas que fotografiada pero me frustra mucho no poder hacer alguna cosilla mas, pero nada, entre que con esta luz se ve fatal y los andamios no hay manera. A cambio veo una escena en la que no había reparado, me parece preciosa y la fotografío para llevármela
Sigo dando vueltas y escapando de los guardas aunque, la verdad es que no ponen mucho empeño en pillarme, mas bien están a lo suyo, osea estar sentados mirando al infinito (inspeccionadores de nubes, como Zapatero

) Aunque no me gusta nada me doy incluso una vuelta por el tocho que puso aquí Alejandro, es que llevo la sensación de que no voy a volver en mucho mucho tiempo, todo el rato, y si normalmente me quedo pegada a cada escena y cada piedra y cada lugar, ahora me está sucediendo con mas fuerza.
Oigo jaleos, murmullos y gritillos, creo que viene gente ¡puerg!

pues si, mas lugareños y estos con varios niños que vienen para acá, pues es el momento de entrar al Museo al Aire Libre. Así que me dirijo a la entrada, por el camino encuentro una de las muchas bellas representaciónes de Amenhotep, esta acusa el toqueteo constante ¡que rabia me da!
Te puedes tirar días enteros en este museo, y eso que no te puedes ir metiendo entre las hileras, hay miles de pedacitos, supongo que todos los que no saben donde poner, aunque los tienen numerados y tal no creo que los vayan a reconstruir, tiene que ser un mogollón de difícil el hacerlo. Pues eso, que lo recorro muy despacito y me fijo en todo como el peazo búho que soy. Lo que no entiendo es porque hay aquí trozos de construcciones de Akhenaton provenientes de Karnak

lo lógico seria que estuvieran allí creo yo, pero claro si lees atentamente el cartelito que los acompaña (cosa sumamente útil casi siempre) resulta que es que fueron reutilizados en construciones en Luxor en la época medieval ¡sus muelas!
Termino y tengo que empezar a pensar en irme, aparte de que ya va siendo hora es que me noto algo cansada, para ser el primer día me he dado un buen tute y mañana tengo el vuelo en globo y voy a madrugar un montón, además de las visitas que tampoco son poca cosa. Antes de salir me doy una vuelta rápida para despedirme, aun me queda volver para la visita nocturna pero no importa. El templo me dice
"hasta pronto" y a mi me sobrecoge incluso la visión de la espalda de mi Ramses
Salgo al fin, el templo se está llenando (es un decir) de lugareños, parece como si vinieran aquí a pasar la tarde porque van en familia. Ya estoy fuera, aquí está mi saladino, me sigue dando apuro que teniendo el hotel a dos pasos hayan estado dos horas esperando para llevarme pero ... yo no puedo hacer nada mas.
"¿Ya está? ¿has acabado?" "si, por hoy si", y ponemos rumbo al hotel al que llegamos, lógicamente, en un plis. Mi saladino me da la instrucciones precisas para mañana porque ellos me esperan en los Colosos a la vuelta del globo: que el tío del globo me recoge a las 4,30 que esté puntual, aquí le hago un gesto

y se disculpa
"ya se que no te lo tengo que decir, que tu eres muy puntual, perdona es la costumbre que normalmente tengo que decirlo varias veces", y luego "
te pido el picnic que a esas horas no está abierto lo del desayuno" "no quiero picnic, no me gustan los picnic y no me lo voy a comer, no me lo pidas" "pero no vas a ir sin comer nada" "que no tengo problema por no comer, tu no te preocupes y no me pidas el dichoso picnic" me mira como pensando que no estoy bien de la cabeza

, pero bueno. Va a pedirme la llave cosa que no hace falta porque el de recepción ya la tenia en la mano, y hablan no se que, que cotorros que son

, ya me da la llave y se despide hasta mañana en los Colosos
"no te preocupes que el del globo sabe donde tiene que llevarte después" "yo no me preocupo, no te preocupes tu"
Antes de llegar al ascensor decido ir a ver las tiendas de debajo del hotel, mañana tengo el Luz y pasado la nocturna del templo de Luxor, así que voy a ir apretada, y aunque estoy que no puedo con mis patucas vuelvo a salir y me voy a las tiendas. En la mayoría ni entro porque están al acecho y me van a dar la paliza y, además, tampoco me interesa lo que tienen, me meto en la de siempre, que tiene de todo un poco, precios fijos y no te suelen dar la paliza, aunque esta vez deben estar muy desesperados porque me siguen y me preguntan que si me pueden ayudar y que si quiero algo en particular, y tal y cual, pero me dejan al cabo de poco y ya puedo mirar a gusto. Constato que los precios han subido, por ejemplo los libros que antes estaban muy bien pues ahora están al mismo precio que los puedo encontrar en cualquier otro sitio, los papiros no me dicen nada (y ya tengo mogollón) y el joyero está a un precio que ni lo pienso, y todo lo demás me parecen turisteces

debe ser que estoy cansada, así que lo dejo y me subo a por mi duchita.
Dejo los trastos y demás, paso a la habitación previa ducha y me da la risa, me han dejado la cama la mar de maja
Una vez duchada y albornozada (osea con el albornoz del hotel

) me siento a comerme una naranja
"!caray! mira que están buenas estas naranjas", 
mientras contemplo la puesta de sol desde las ventanas del salón, son unas ventanas impagables, la verdad es que la habitación es una pasada pero tiene el mismo inconveniente que las del palacio del Mena, y es que luego cualquier habitación que no sea esa me va a parecer una kk
Ante semejantes vistas me entra la tontuna y me pongo blandita y melancólica, me dan ganas de escribir poemillas pero se me pasa "
dejate de tontadas, si quieres tu Stella tienes que ir bajando" me digo contundente. Dicho y hecho, ha sido pensar en la Stella y venirme arriba, jiujiujiujiu, y eso que no me la he bebido aun
Bajo al bar que es del estilo que me gusta
"como me gusta este hotel" me repito por nosecuanta vez. Me pido mi Stella y esta llega con unos pequeños canapecitos y unos frutos secos, mira tu que bien, no obstante tengo que comer algo asi que me pido unos
mezze. La cerveza está fresca solamente ¡vaya!

pero los mezze están para rezarlos asi que me los como en plis y me tomo otra Stella aunque este algo calentorra.
Llego la hora de irse a la cama sino mañana no voy a ver nada de las puras legañas. Me subo y antes de meterme en la cama me despido hasta mañana de la montaña tebana, de Hat, de todos mis dioses y faraones, les abrazo mentalmente y sonrío como tonta, se acabó mi primer día, ha sido intenso pero se me ha hecho cortisimo, como siempre.
"Hasta mañana Kemet"
Fotos del hotel
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