por Mamen » 12 Nov 2008, 22:12
Canopo era una ciudad cosmopolita y animada, donde convivìan peregrinos y comerciantes procedentes de Egipto, Siria, Grecia, y mas tarde de todo el imperio romano. El canal que unía Alejandría con Canopo estaba sembrado de posadas famosas por su gastronomía, pero también por servir de marco a los placeres mas licenciosos. Canopo era el punto de encuentro de libertinos y coquetas cargadas de joyas.
Los moralistas se revelaron. Siguiendo al poeta satírico latino Juvenal, denunciaron la depravaciòn que se había apoderado de Canopo. Los autores cristianos condenan sus lugares de placer y, a partir del siglo IV, grupos de cristianos atacan a los depravados y a los devotos de cultos "paganos" (curioso cuando menos que pusieran a la misma altura a unos y otros), Con la llegada oficial del cristianismo los placeres de Canopo pasaron a formar parte de la leyenda. Según Paladas, autor de epigramas, la estatua de Eros fue fundida ... para convertirse en sartén ( como vemos la incultura y el fanatismo siempre han hecho estragos)
Contraponiéndose a este aspecto disoluto encontramos numerosas manifestaciones de carácter cultual. Objetos e imágenes religiosos que constituían la otra realidad de la ciudad de Canopo.
Como ejemplo de objetos cultuales veamos esta pieza bella y espectacular:
Se trata de lo que se denominó Osiris canopo y, en contra de lo que pudiera parecer, no se trata de una variedad de los vasos canopos que se utilizaban para conservar las vísceras de los difuntos. En este caso se trataba de vasijas cuya cabeza representaba al dios Osiris, dios egipcio muy venerado en toda la región de Canopo. Y lo que contenía era agua del Nilo, o por lo menos agua que simbolizaba todas las bendiciones que el Nilo derramaba sobre el pueblo egipcio.
Detalle de la tapa. Aunque las facciones están bastante desgastadas debido a la acción del agua, las orejas estan perfectamente conservadas, y tambien se pueden pareciar bastante bien las franjas del nemes.
En la parte central del vaso vemos un gran escarabajo alado que sujeta un disco solar, a ambos lados de este disco las cobras reales que lo protegen.
Dos divinidades infantiles se encuentran en los lados del vaso, extienden sus manos hacia un naos, capilla sagrada que solía contener la imagen del dios.
Una variación de la pieza anterior, se trata de un pequeño amuleto que tiene la misma forma. Pese a su evidente desgaste su tocado, cabeza y rostro son aún claramente reconocibles.
Aquella por la que el sol brilla. hmt bnrt mrwt