Hola,
Este es el diario de mi último viaje a las tierras del Nilo. Ha sido una expedición organizada por la Societat Catalana de Egiptología, de la cual soy miembro (número tropecientos y pico, si no me falla la memoria) y que ha durado desde el 30 de octubre al 9 de noviembre de 2008.
Un viaje divertido, pero a la vez pesado por las largas horas en los desplazamientos y en general bastante incómodo. Estos han sido, más o menos, los detalles del mismo:
Jueves 30 de octubre:
A las 12:50 encuentro de los 32 miembros de la expedición, en el mostrador de Egyptair del aeropuerto de Barcelona.
Salida puntual del vuelo MS 768 a las 15h. Llegada a el Cairo a las 19.55h, hora local. Tramites, recogida de equipajes, subida al autobús (de nombre tan sugerente como “Lady Bird”, mariquita en inglés) y directos al hotel.
El primer contacto con este país siempre me parece extraño. Parece como si no fuera real. Bajas del avión y de golpe empiezas a ver todo aquel gentío bramándo en árabe y poco a poco vas tomando conciencia de la realidad en la que te encuentras. Me encanta esta sensación de shock emocional.
Llegamos al hotel Sofitel Sphinx, en Giza y tras un aseo rápido, unos cuantos decidimos irnos a cenar al restaurante Felfela. Es la mejor manera de impregnarse rápidamente del país: una cena rápida , un “shay bel nana” y una “shisha” para hacer la digestión.
Viernes 31 de octubre
Diana a las 6.30 y salida a las 7.30 dirección Alejandría. El viaje se hace agradable. Entre las presentaciones de nuestro guía, Mohammed (curioso nombre para un egipcio), y las risas de los miembros de la expedición, el viaje se hace más llevadero.
Primera parada en Wadi Natrum para visitar el monasterio copto de la Virgen María (cariñosamente llamado Monasterio de San Macario, en honor de uno de nuestros más apreciados expedicionarios).
Una vez realizada la interesante visita proseguimos viaje hasta llegar a Alejandría.
Visitamos las catacumbas de Kom el-Shuqafa , el Serapeum, con la imponente presencia de la columna de Pompeyo y para acabar las tumbas romanas de Anfushi.
A eso de las 16.30 nos vamos a comer pescado fresco a las orillas de la bahía de Alejandría, en el restaurante The Prince. Hay que aprovechar porque comer pescado del Mediterráneo va a ser difícil de repetir a lo largo del itinerario que nos han preparado.
Acabamos de comer sobre las 18h y nos dirigimos al hotel Windsor para el alojamiento. La cena, en el mismo hotel, a las 20h. Ya veis, dos horas entre plato y plato. ¡Hay que ver cómo está el “servisio”!
Sábado 1 de noviembre
Diana a las 7 y salida para visitar el anfiteatro romano con la fantástica “casa de los pájaros” dentro de su recinto; el museo de la ciudad y finalmente la estupenda y maravillosa Biblioteca de Alejandría, incluyendo su museo de antigüedades.
Comida en el restaurante Tekka y por la tarde visita de la Fortaleza. Posteriormente salida hacia el Cairo, llegando sobre las 22.30h. Más de 5 horas de viaje por culpa de un espectacular accidente en la autopista. Bueno, en realidad lo de autopista es un decir. Quien haya estado allí sabrá a que me refiero.
Cuando finalmente llegamos el Sheraton, la tropa está reventada y nos vamos directos al catre.
Domingo 2 de noviembre
Bien temprano, por la mañana, salimos dirección al oasis de Bahariya. Las salidas desde el centro de El Cairo siempre son un cacao y retrasan cualquier plan previsto. Llegamos a la capital Bawitti sobre las 13h. Comemos en el hotel y por la tarde tenemos nuestra primera toma de contacto con los vehículos 4x4, que nos llevarán por el desierto los próximos dos días. Visitamos la ciudad antigua y nos “pasean” por las dunas cercanas a la ciudad. Acabamos la excursión degustando una frugal merendola a base de shay, dátiles y mangos, acomodados bajo un fresco palmeral. Antes de volver al hotel nos paramos en la llamada “colina del inglés” para contemplar la puesta de sol. Precioso.
Volvemos al hotel, cenamos y a la cama. Por cierto el televisor de mi habitación era un Zenith en blanco y negro. Mi hija alucinaba, nunca antes había visto algo similar!
Lunes 3 de noviembre
Antes de que acabe de salir el sol, ya estamos todos listos para iniciar nuestra aventura por el indómito desierto occidental. Lo primero que hacemos es visitar el museo de las momias doradas, que se encuentra a la salida de Bawitti. Su aspecto es lamentable, una vergüenza para los amantes de la conservación de restos arqueológicos. Tras la visita de las pobres momias nos dirigimos hacia Qarat Qasr Selim y Qaret Helwa, en donde visitamos un par de tumbas pertenecientes a los gobernadores del oasis en época faraónica, posteriormente vamos a Ain al-Muftela en donde encontramos las capillas de Amasis y para acabar el Templo de Alejandro en Qasr el-Migysbah.
A continuación nos volvemos a meter de pleno en el desierto, dirección a Farafra. Una experiencia inolvidable y altamente recomendable ( al margen del interés egiptológico) . Hacemos paradas para visitar la “Montaña de cristal”,el desierto negro (formaciones de basalto) y finalmente el desierto blanco (formaciones de calcita)
Por la noche acampamos al raso en pleno corazón del desierto blanco. Fiesta beduina y al saco (a dormir, me refiero).
Me habían hablado mucho del espectáculo de silencio que representaba pasar una noche en el desierto. Nada más lejos de la realidad: una noche extraña llena de ronquidos y estornudos por doquier. Me imagino a los expedicionarios metidos en sus diminutas tiendas de campaña intentando conciliar el sueño en una noche muy fría.
Para experimentar estas sensaciones de silencio tan comentadas antes de ir de viaje, tuve que alejarme del campamento un centenar de metros, sentarme y observar. Entonces si que vale la pena. La inmensidad del firmamento, las sombras fantasmagóricas de las formaciones rocosas y… yo. Nadie más, ni tan sólo el aullido del chacal. Una pasada.
Martes 4 de noviembre
Amanecer increíble. Vemos todas las fases de la salida del sol. Uno de los espectáculos más imponentes que he visto jamás. Hace un frío que pela y todos nos hacinamos alrededor de un tablón que hace las funciones de mesa, dando cuenta del desayuno que gentilmente nos preparan los beduinos que nos acompañan.. Qué bien sienta a esas horas una taza de té caliente.
Una vez recogidas nuestras pertenencias, volvemos a subir a los 4x4 y reiniciamos nuestra vista por el desierto, dirección al oasis de Dakhla. Visitamos el “Monasterio de Piedra” en Deir el-Hagar y posteriormente las tumbas de Muzza-waka. Finalmente, llegamos a Mut, capital del oasis y nos dirigimos a visitar la ciudad fantasma de el-Qaser. Tras esta visita nos despedimos de los Todo Terrenos y nos reencontramos con el autobús y las maletas.
Llegamos a Dakhla por la tarde y nos hospedamos en uno de los hoteles más horrorosos que recuerdo haber estado en mis muchos años de viajes por Egipto. Pero bueno, eso es la aventura y afortunadamente se trataba de pasar solamente una noche, pero no veáis que noche...
Miércoles 5 de noviembre
Más tarde de lo que hubiera deseado, por fin amaneció. Rápido y veloz como una liebre salí de la habitación para ir a desayunar e intentar acelerar al máximo nuestra huida de ese lugar. Nunca antes había deseado tanto llegar al autobús: hogar dulce hogar.
De buena mañana y para sacarnos el mal sabor de boca de nuestra estancia en ese “hotel de los horrores” visitamos la zona de Quila el-Dabba y concretamente la mastaba de Khentika, así como otras mastabas del imperio antiguo, correspondientes a los gobernadores del oasis de Kharga.
De ahí nos vamos hasta Ezbet Bashindi en donde visitamos la tumba romana de Kitinus. Retomamos el autobús y nos dirigimos hacia Qasr el-Ghueitia para visitar el templo de época de Darío I. Para finalizar la jornada fuimos a ver el templo de Qasr el-Zaiyan y desde ahí a la capital del oasis, Qasr el-Kharga.
Ya en el hotel Sol y Mar (nombre curioso para un establecimiento en medio del desierto) pudimos descansar y asearnos para la cena. Por la noche los más atrevidos fuimos a dar una vuelta por el concurrido zoco de la ciudad y sin quererlo nos vimos inducidos a una fiesta de casamiento. Nuestra presencia fue todo un acontecimiento, hasta el punto de ser grabados por el video que recogía el reportaje de la boda. Fuimos agasajados en todo momento, lo que da una idea de la hospitalidad de la gente de los oasis.
Jueves 6 de noviembre
Nos levantamos pronto, a las 6 de la mañana, para aprovechar al máximo las visitas. Recogemos una vez más nuestro equipaje y nos dirigimos a visitar el Templo de Nadura, de época romana, y construido bajo los reinados de Adriano y Antonius Pius (138-160 d.C).
Desde ahí nos dirigimos a visitar el impresionante templo de Hibis. Al ser un yacimiento cerrado debido a que se está restaurando nuestra visita tuvo que ser de la máxima brevedad posible, aun así estuvimos cerca de ¾ de hora.
La siguiente visita fue a El-Bagawat en donde se encuentra una necrópolis cristina construida por los nestorianos, una secta que se desmarcó del cristianismo oficial en los siglos IV-V. Las más de 120 tumbas son de adobe y algunas de ellas aun conservan restos de pinturas con escenas biblicas.
De nuevo regresamos a la ciudad para visitar el museo de Kharga que contiene una interesante selección de piezas de épocas faraónica, copta y árabe.
Comemos en el Sol y Mar y posteriormente, una vez alojados cómodamente en el autobús para proceder con el sagrado deber de la siesta, iniciamos nuestra andadura dirección a El-Minia, donde llegamos tras cuatro horas de pesado viaje. Después de casi 5 años vuelvo a reencontrarme con el mítico hotel Nefertiti, ahora denominado Mercure Minia Hotel. El nombre habrá cambiado pero las instalaciones siguen igual (o peor) de cutres. Ese es el encanto del país!
Por la noche todo el grupo iniciamos una espectacular visita al zoco de la ciudad. Espectacular por la movida que representa ir escoltados continuamente por la policia egipcia. Minia sigue estando considerada como una de las áreas de mayor riesgo del país. A nosotros no nos dio en ningún momento esa sensación.
Viernes 7 de noviembre
Salimos de Minia y nos dirigimos hacia El-Bahnasa (Oxirrinco), a donde llegamos sobre las 8.15 AM.
Como es de costumbre realizamos la visita al yacimiento en donde están excavando nuestros compañeros de la SCE. Con todo lujo de detalles nos explican los pormenores de los descubrimientos y restauraciones habidos desde nuestra última visita, en el año 2006. Tras el yacimiento visitamos la parte antigua de la ciudad de Oxirrinco.
Comemos todos juntos y a media tarde, entre abrazos y besos de despedida de nuestros compañeros, salimos dirección al Cairo, vía Asiut.
Llegamos a la capital sobre las 18.30 y vamos directos a cenar al Felfela (el bueno) en donde celebramos el final del viaje, despidiendo a nuestro guía y agradeciendo a los organizadores todo su empeño y esfuerzo al haber conseguido un resultado altamente satisfactorio. Todo son alabanzas por haber contribuido en un viaje tan excepcional.
Sábado 8 de noviembre
Diana a las 8.30 (por fin nos despertamos a una hora normal, aunque…nos acostamos a las 3 de la mañana). Hoy el día es libre. El grupo se divide. Unos cuantos deciden irse a visitar Saqqara y Giza y el resto nos quedamos pululando por la ciudad.
Una de las actividades que más nos gusta practicar es la compra de libros de egiptología, así que una vez más nos dirigimos a la Universidad Americana en cuya librería nos pasamos casi toda la mañana husmeando y adquiriendo diversas obras egiptológicas.
Al mediodía decidimos irnos a comer a la plaza el-Hussein, a las puertas del mercado de el-Khalili. Pasamos toda la tarde por ahí y por la noche nos volvemos a desperdigar.Mi hija y yo decidimos quedarnos en el hotel y degustar un divertido teppanyaki en el restaurante Sapporo. Tanto pollo ya estaba empezándonos a cansar.
Domingo 9 de noviembre
Esto se acaba. A las 8 de la mañana ya estamos todos en el bus que nos llevará de vuelta al aeropuerto.
El vuelo de regreso es el MS 767 con salida a las 10.05 y llegada a las 13.45,hora española. Una vez recogidas las maletas si que podemos dar por finalizado nuestro viaje. El momento de las despedidas siempre es triste pero queda compensado con la alegría que supone reencontrarse con los familiares.
Hasta la próxima Egipto! Seguro que en la mente de casi todos planea el proyecto de nuestra próxima expedición.¿Cuál será el siguiente recorrido?
Espero que os haya gustado
Un saludo!